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Confesiones de los médicos que protestan

Confesiones de los médicos que protestan

#YoTambiénFuiResidente

Después de estudiar seis años y medio la carrera de Cirujano y luego tres años más mi especialidad en Medicina Familiar en la Universidad Nacional Autónoma de México, realice mi residencia en Cancún, Quintana Roo, del 2004 al 2007.

No puedo negar que al principio un poco me quejé. “¿Por qué tan lejos?”, pensé cuando supe el lugar a la que iría para hacer la residencia habiendo tantos hospitales en la Ciudad de México donde había estudiado.

Muy pronto supe, que (como todo en la vida) había un propósito, pues la Unidad Médica Familiar No. 16 en donde estuve, sólo éramos residentes de Medicina Familiar, asi que literlamente teníamos que entrarle a todo.

Mis compañeros y yo, rotábamos en todas las especialidades y nos convertíamos en residentes de cirugía, urología, medicina interna, pediatría, perinatología, radiología, dermatología, inmunología, por decir algunas.

El aprendizaje de esos años fue mucho e intenso, aunque con la beca que recibíamos en ese tiempo tampoco nos alcanzaba para pagar renta, comida, transporte,etcétera.

A algunos, para completar los gastos, les ayudaba la familia, otros, como en mi caso, en los pocos tiempos que tenía libres (cuando salía de hacer guardía en el hospital después de 32 horas seguidas), daba consultas en las Farmacias Similares que ya desde entonces comenzaban a multiplicarse por todos lados.

Con eso me ayudaba un poco en mis gastos, aunque de verdad era muy escaso, pues cuando eres residente, tu tiempo lo entregas al 100 por ciento al hospital donde estás haciendo la especialidad.

Recuerdo que muy poco tiempo me duró mis ganas de poder obtener algunos recursos extras, pues mis asesores se enteraron y tuve que suspender el trabajo extra había encontrado.

Lo primero que cambió fue mi casa donde vivía, pues con los pocos recursos tuve que buscar algo más económico aunque me quedara mucho más lejos del hospital y de otros, donde seguido nos mandaban en un mismo día, y obvio, gastara más en los traslados. Porque todo debía salir de esa beca, que por más que uno quisiera, no se podían cubrir, ni antes ni ahora, todos los gastos.

Ahora que han comenzado las protestas de miles de residentes en todo el país, encuentro más que justas sus peticiones, pues no me puedo imaginar cómo logran vivir con lo poco que les destinan prestando un servicio tan valioso a la población.

Comparto al 100 por ciento las palabras que estos días han circulado en redes a raíz de las protestas y que creo que se deben considerar, porque quizá algún gobernante, la población en general, olvida frecuentemente que los residentes no son médicos improvisados.

Han superado años de estudio y, sin importar, ciudad, pueblo o ranchería a las que los manden, hacen su trabajo lo mejor porsible.

A continuación copio la carta que ha circulado estos días. Por favor deténganse a leerla:

#YoTambiénfuiResidente

“He leído post de múltiples personas mofándose de la situación en la que se encuentran los residentes en nuestro querido país. La realidad es que solo un residente o alguien que hizo residencia sabe lo que significa olvidarte de tu familia, tu descanso, tu vida social e incluso tu salud por 3, 4, 6 o más años.

Se trabaja de lunes a domingo, donde te vuelves parte del hospital, un inmueble más, durante mi formación en múltiples ocasiones escuche “no quiero que me atiendan practicantes”, la realidad es que somos médicos titulados luchando por un poco más y si en alguna ocasión fuiste al Imss, Issste, sector salud o alguno de los hospitales privados más reconocidos del país: felicidades fuiste atendido por un residente…

Para el público en general. Qué es un residente?

  • Un residente ve y anota cómo evolucionan los pacientes
  • Todo el expediente que hay de ti en un hospital, fue hecho en un 99% por un grupo de residentes
  • Un residente cuida a los pacientes A TODAS HORAS
  • Un residente atiende partos y hace cesáreas (porque sí amigos, es rara la vez que no sea el residente quien haga esto o en todo caso un interno). Sí, un residente te hizo tu cesárea o atendió tu parto.
  • Un residente (o también un interno) fue quien recibió a tu bebé y lo reanimó y te lo devolvió respirando.
  • Un residente es quien te anestesió para tu cirugía.
  • Un residente es quien te operó la vesícula o te sacó el apéndice
  • Un residente (o un interno que aún es un estudiante pero tiene que hacer guardias igual) es quien te recibió en urgencias y te enyesó el brazo, te suturó la herida de la cabeza o la de tu hijo.
  • Un residente es quien operó la cadera de tu abuelita cuando se cayó.
  • Un residente es el que te hizo la hoja del alta.
  • Un residente es el que te ve y te atiende en consulta externa.
  • Un residente (o también un interno) es el que hace el censo de todos los pacientes de un hospital, todos los días.
  • Un residente (o también un interno) fue quien te hizo la curación todos los días en el hospital.
  • Un residente fue quien te informó que tu familiar falleció.
  • Un residente es quien hizo la cirugía de catarata, o te lavó el ojo cuando te cayó algún químico.
  • Un residente es quien te operó la nariz, te enderezó el tabique o supo que tenías una alergia.

Amigos, el residente es el que hace que los hospitales se muevan. Y muchos nos dirán que el servicio es deficiente. Y la verdad es que sí en muchos casos. Pero algo que me gustaría que supieran es que también:

  • El médico que atendió tu parto o cesárea fue castigado ayer con doblar turno de 24hrs porque se quedó dormido por la todo el trabajo que tuvo (a eso se le llama “dejar guardado”).
  • El médico que te operó la vesícula lleva 4 días ahí porque se equivocó en el censo y lo “guardaron”(a veces más).
  • Al médico que ayer te enyesó el brazo hoy le quitaron su sueldo para que los médicos de base se fueran a comer a un restaurante lujoso como una novatada (y sí lo hacen).
  • No le gritan enfrente de ti, pero le gritan todo el tiempo (y hay casos en las que les gritan incluso enfrente de los pacientes).
  • No lo insultan enfrente de ti, pero lo insultan todo el tiempo.
  • No lo acosan sexualmente enfrente de ti, pero lo acosan todo el tiempo (hombres y mujeres, aunque evidentemente es más a las mujeres).
  • No le dicen enfrente de ti que es un bueno para nada y nunca logrará ser buen médico, pero se lo dicen todos los días.
  • Existen muy poquitos residentes para toda la población que hay. Y si se tardan en atenderte, debes saber que por 200 personas que llegarán a urgencias en una noche, habrá 3-4 para atenderte. Y sí, te van a ver de rapidito por la misma razón.

El residente hace todo lo que un médico de base debería de hacer y más. Como ven, no es un becario ni un pasante. Es un médico que no merece que le bajen el sueldo (del cual viven como tooodos nosotros) ni le retengan el sueldo.

Nadie se merece eso”.

Acerca del autor

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Dra. Margarita Monsiváis Baez

Es médico desde hace 21 años. Estudió la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Iztacala. Al término de la carrera, trabajó en el Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social en El Naranjo, San Luis Potosí, y en el Hospital General de Salubridad en Jalpan, Querétaro. Realizó la especialidad de Medicina Familiar en el IMSS en la Unidad Médica Familiar 16 durante tres años en Cancún, Quintana Roo. Después de la maestría, cursó un diplomado en enfermedades metabólicas y actualmente labora desde hace 11 años en la Unidad Médica Familiar número 56 del IMSS en Tlalnepantla, Estado de México como especialista en Medicina Familiar.

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