Mamá Pinky

Otro lado duro de la guerra: el abandono de perros en un refugio

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Escrito por Rosy Romero

Voluntarios, rescatan a 200 perros en Ucrania

Puff! La guerra es una palabra dolorosa, trascendental que hiere tan solo con nombrarla.

Cuando decidí escribir sobre el tema, acababa de ver la actualización en Facebook de un caso en Borodyanka, Ucrania. Ha sido un caso que en redes fue nombrado, porque la pareja a cargo abandonó a 485 perros a comienzos de marzo y un grupo de personas se dedicó a promover la situación para poder ayudar a estos peludos.

El update del 02 de abril enseñó cómo voluntarios pudieron llegar al lugar, después de sortear peligros y las escenas me hicieron llorar amargamente. La guerra que como toda guerra no se explica ni se entiende, ha dejado a millones de personas sin hogar, en incertidumbre, en duelo y todo lo que ya sabemos. Así que nos duele y nos unimos en oración por ellos, porque de un día a otro, su vida cambió drásticamente. Y la de estos perros también.

Las escenas del refugio son muy dolorosas pues muchos de los perros fallecieron y los que sobrevivieron, algunos están en pésimas condiciones o al borde de la muerte. Muchos murieron por inanición, sed y el maldito abandono al que fueron expuestos por quienes supuestamente debían protegerlos. 

Imágenes dantescas nos obligan a pedir perdón, una vez más, por la crueldad y la indiferencia humanas. No voy a describirlas, pero negativamente son inolvidables. 

Con sus propios recursos, tres grupos de voluntarios se unieron y sorteando los caminos, lograron llegar, compartiendo videos e imágenes de cada paso y llevando primero a los casos más difíciles a la ciudad de Kiev para ser atendidos. 

Así que seré breve. La guerra, en el caso de los animales que es el tema de esta columna, nos ha dado dos lecciones en extremo: una que hay personas sensibles, conscientes, bondadosas, responsables y leales que no abandonaron a sus perros, gatos o mascotas. Fotos de ellos en el peregrinar, en el cansancio, en la espera, dieron la vuelta al mundo, pero con sus animalitos en alguna caja, transportadora, chamarra, bolsa o simplemente en sus brazos u hombros, que caminaron kilómetros y kilómetros, que subieron por diferentes transportes y abandonaron el país, pero la mayoría con su perro o gato a su lado y tocaron nuestro corazón por ese amor incondicional dando un ejemplo a quienes por cualquier pretexto, mínimo, deciden no llevarlos consigo al mudarse o cambiar su vida en algún aspecto y los abandonan.

Vimos también a personas sufrir por no poder llevar a su animal de compañía ya que el transporte o el momento no lo permitió y tener que dejarlo en una ciudad, pero también hemos visto fotografías y videos, gracias a las Redes Sociales, de cómo estos animalitos han sido compañeros de soldados o personas que permanecieron en los lugares y les dieron acogida. Como siempre, sin saber lo que pasa, fueron consuelo de humanos y consolados por otros.

Y la segunda lección es cómo la indiferencia y crueldad humana dejó a los animales a su suerte. Es una guerra sí, pero también es una guerra diaria el salvar animales y si ellos eligieron cuidarlos (desconozco la historia completa, solo leí a los voluntarios que llevaban 7 años asistiendo al refugio y que por días esperaron indicaciones para evacuar el refugio) lo menos que pudieron hacer era permanecer con ellos, buscar ayuda en lo posible y cuidarlos hasta el final. Irónicamente, el lugar no fue atacado, permaneció intacto y los animales murieron dentro de sus instalaciones por hambre, sed, estrés, frío y cansancio. El último día que comieron fue entre el 2 y 3 de marzo, según cuentan y muchos murieron en largas agonías, por lo que no era necesario exponerlos a esa crueldad☹

Hace unas semanas alguien en italiano lanzó una petición en https://chng.it/HQMQZ7gfWF, una de las voluntarias compartió en redes sociales la situación y en esta página puedes ver las las actualizaciones del caso https://www.facebook.com/tailedthursday/.  Así, por las redes, el mundo se unió al conocer el caso y tratar de ayudar a estos animalitos. 

Afortunadamente, el amor de algunos humanos por estos perritos,  los hizo sortear caminos, exponer su vida y luchar por esos seres que confiaron en ellos. Hoy, un mes después, ya están recibiendo ayuda, gracias a Dios y a estos voluntarios que no se rindieron, mostrando al mundo que querer es poder y que el amor incondicional también es correspondido.

En las últimas actualizaciones de abril, cuentan que más de 200 perros sobrevivieron y están siendo atendidos gracias a tres grupos de rescatistas, de voluntarios y del mundo entero con sus aportaciones. En la misma página, han rendido tributo a los que partieron y han agradecido a quienes han ayudado. 

Ahora el reto es sanar sus heridas, físicas y emocionales que han sufrido. Hay dolor, pero también amor y en paralelo pienso en todo lo que han pasado estos voluntarios que no pararon hasta rescatar a sus mejores amigos a pesar de la guerra, del peligro y de lo complicado de la situación.

Estos voluntarios son inspiradores y ejemplifican que no necesitas ser un super héroe ni tener todos los recursos del mundo para rescatar o defender a un perro, simplemente, tener la voluntad de hacerlo por aquellos amigos peludos que confían en ti. 

En la lucha diaria por el amor y respeto a los animales, no hay que rendirse, sino seguir adelante por ellos, ya que independientemente de la situación, ellos solo cuentan con el humano o los humanos en quienes confían para vivir y sobrevivir en este mundo. 

Estos perritos confiaron y dos personas les fallaron, pero muchos más les mostraron el amor que les tienen. Y miles les acompañamos llorando cada pérdida y celebrando cada vida rescatada así como muchísimas personas están apoyando con alimento, artículos, tiempo, actividades de limpieza, atención médica y compañía para que puedan reponerse😊

Me uno al grito de súplica a un alto a la guerra en el mundo y un alto a la guerra contra los animales, no más violencia, ni indiferencia ni maltrato animal en todo el mundo. Seamos una sociedad realmente amigable con los animales.

Las palabras sobran, las emociones afloran, simplemente … stop the war. 

P.D. Estas líneas también están dedicadas a los ángeles peludos que la guerra adelantó al cielo de los perros… A los tres jóvenes que murieron el 04 de marzo, al ser atacados, al llevar comida a otro refugio en Bucha. En agradecimiento a quienes fueron ayudando a los animalitos que encontraban en su camino, dándoles de comer, curándolos o resguardándolos y a quienes no dejaron de buscar, hasta volver a reencontrarse con sus amigos que se perdieron en la huida… Y por supuesto, a quienes continuamos en esta lucha, en todo el mundo, tratando de salvar animales. Amén.

Acerca del autor

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Rosy Romero

Periodista egresada de la Escuela “Carlos Septién García”. Desde el primer semestre, comenzó a trabajar en el fascinante mundo de los Medios de Comunicación, entre los que encontró en la Radio y las Relaciones Públicas su pasión.

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