Un grupo de 20 médicos mexicanos, especialistas en traumatología y ortopedia, unió esfuerzos para elaborar el Atlas sobre el uso del Ácido acexámico; un libro que narra casos complejos de fracturas que no lograban sanar de manera natural, pero finalmente fueron consolidadas con un tratamiento farmacológico que estimula la osteogénesis o formación de células generadoras de tejido óseo.
En todo el mundo existen personas que sufren dolor e inmovilidad durante meses o años porque alguno de sus huesos se rompió y la fractura no se repara. Esa dificultad para restaurar la estructura ósea de brazos, piernas, tobillos, claviculas o muñecas provoca pérdida de oportunidades, trabajo, dinero, competencias deportivas y salud emocional.
El libro presentado por los especialistas mexicanos es un compendio de casos clínicos complejos atendidos en este país, en los cuales se decidió realizar cirugías y coadyuvar la regeneración de hueso con ácido acexámico. Se trata de la segunda edición de este Atlas, cuya primera versión había sido presentada en congresos médicos desde 2017, pero que fue actualizada porque el número de casos exitosos en México ha crecido.
Los textos buscan poner a disposición del cuerpo médico evidencia científica actualizada. La edición, que fue realizada gracias al apoyo financiero de Armstrong Laboratorios de México, consta de 14 capítulos en los que especialistas de hospitales públicos, privados y universitarios exponen casos clínicos reales y recientes.
Formación de tejido óseo
Deportistas de alto rendimiento que sufren caídas al escalar; motociclistas que chocan a alta velocidad; trabajadores que son impactados por carga u objetos que caen sobre ellos en áreas de trabajo; personas, jóvenes y mayores, que se resbalan y golpean en áreas de su propia casa. Todos son ejemplos de casos reales de fracturas, que cada vez son más frecuentes en México.
“Existen varios factores de riesgo asociados la posibilidad de sufrir fracturas, como la edad, calidad ósea, género, ocupación y enfermedades que ya padecía el paciente, como la Diabetes”, explicó durante la presentación del Atlas el doctor Alejandro Herce Santisteban, profesor del Capítulo de Residentes, del Colegio Mexicano de Ortopedia. “Además, hay que tomar en cuenta el cambio en la pirámide poblacional en México que hace que cada vez haya más adultos mayores, lo cual implica más osteoporosis y más fracturas. Por otra parte, cada vez hay más lesiones deportivas, en ambos géneros, asociadas con deportes de alto impacto. Mientras en 2005 se registraron en México 29 mil 732 fracturas, hay estimaciones que calculan que para 2025 se registrarán casi 155 mil 900 fracturas por año”.
En las salas de emergencia de los hospitales y clínicas, los cirujanos traumatólogos-ortopedistas reciben muchos pacientes que se rompieron algún hueso o varios, en diferentes tipos de accidentes. enfrentan dos grandes desafíos: en primer lugar, regresar los fragmentos del hueso a su posición normal mediante cirugía, y en segundo lugar, realizar un tratamiento más largo y detallado para ayudar a consolidar el hueso.
En esta larga ruta se pueden presentar muchos eventos negativos que compliquen la recuperación de los pacientes: uno de los más preocupantes es la no-unión o falta de consolidación natural del hueso.
“A partir de los 40 años de edad no tenemos la misma capacidad de regenerar hueso y cuando se presenta una fractura, el tipo de accidente puede generar obstáculos adicionales para la consolidación, por ejemplo, cuando hay un impacto que provoca lesiones en loa vasos que ayuda a la irrigación sanguínea en la zona”, informó el doctor Rodrigo Burgos Paz, especialista en Ortopedia y Traumatología del Hospital Médica Sur. “Es importante considerar que el 10 por cinto de todos los pacientes con fractura tendrá retardo en la consolidación de huesos fracturados, y esta proporción se incrementará 2.5 por ciento si el paciente tiene más de 40 años”.

Casos complicados
Para que se forme nuevo hueso o tejido óseo ocurre una secuencia de cambios a nivel microscópico, por eso s afirma que el hueso es un sistema dinámico. Primero se generan células madre que producirán hueso, que también son llamadas células osteoprogenitoras. Después éstas se convertirán en osteoblastos, osteocitos y osteoclastos, desempeñando diferentes funciones para la absorción de calcio, fósforo, formación de vasos que trasladen nutrientes y la constitución del nuevo hueso.
Existen muchos factores que pueden provocar el fracaso en la reparación de un hueso fracturado. Algunos ya se han señalado, como las posibles lesiones a los vasos sanguíneos que llevan nutrientes a la zona fracturada; pero además puede haber complicaciones por la mala calidad del hueso por problemas como osteoporosis, infecciones que se adquirieron durante el accidente, el mal cuidado después de la operación por parte del propio paciente o del personal de salud, entre otras causas.
La molécula que se describe en el Atlas y que han usado médicos mexicanos para ayudar consolidar hueso es el Ácido acexámico. Entre otros indicadores ha llamado la atención porque hay casos en los que ha reducido de 6 semanas a 4 semanas el tiempo de formación de hueso nuevo.
El Ácido acexámico, que científicamente también es llamado acexamato de calcio, es una molécula que actúa en la fase de formación de las células osteoblastos y osteoclastos, estimulando la formación de tejido óseo nuevo y mejorando su calidad. Tiene otros mecanismos de acción que todavía no han sido descritos pero se ha visto que tiene impacto positivo en los procesos de cicatrización y de salud de la piel en la zona dañada. Esto ha generado un interés creciente en la comunidad médica y la publicación de diferentes estudios de casos clínicos.
Durante la presentación del Atlas, doctor Carlos Humberto Quintero Rodríguez, especialista en ortopedia y Traumatología del Hospital Infantil del Estado de Sonora, explicó que el realizó su tesis de especialidad en torno al uso del Ácido acexámico y presentó algunos casos de pacientes atendidos en el Hospital, incluyendo fracturas de clavícula por caída de un caballo, que lograron consolidación de hueso en 4 semanas.
“Como se ha señalado, tenemos casos donde el tratamiento con este Ácido también actúa en el proceso de cicatrización y en la reparación celular general. El hecho de que yo haya dedicado una tesis a este tema es porque en la actualidad el principio es aplicar medicina basada en evidencia y no medicina basada en ocurrencia”, agregó el doctor Quintero.
El estudio de las fracturas y su atención es un tema de interés en salud pública pues se estima que una de cada tres personas que viva más de 50 años experimentará una fractura, al menos una vez en su vida.
“El ácido acexámico ha logrado despertar el interés en médicos traumatólogos ortopedistas ya existen algunas publicaciones en la literatura médica especializada que hablan acerca de este producto y su utilidad en la práctica diaria”, indicó el doctor Fernando Rodríguez, gerente médico de Armstrong Laboratorios de México.
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