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Salud emocional bilateral

Salud emocional bilateral
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Escrito por Rosy Romero

Si bien es cierto que al contar con un perrito o gatito en casa ayuda muchísimo a la salud física y emocional de los humanos al obligarlos a hacer ejercicio, a mantenerse activos, a no sentirse solos, a nivelar su presión arterial, a dormir mejor, a ser más generosos, a limpiar con mayor frecuencia la casa, a alimentarse mejor, a pasear más seguido, etc., etc., etc., en este comienzo de año me gustaría incluir entre los propósitos de Año Nuevo el poder colaborar en fomentar una cultura mucho más amigable, empática y protectora con los animales, pues la salud emocional que tiene el humano puede traducirse en un segundo en el trato que proporciona a sus mascotas o a los animalitos en situaciones de calle o vulnerables que encuentra en el camino.

Una persona sana emocionalmente jamás lastimaría a un peludo ni a ningún tipo de animal. No utilizaría pirotecnia y mucho menos disfrutaría del susto y pánico que viven los perros ante los cohetes.

Alguien sano adopta con responsabilidad, a largo plazo y con amor. No acumula. Alguien que no lo es, abandona en la calle, en la azotea, en un cuarto, en un antirrábico.

Una persona que tiene amor, da amor, por lo que respeta a los animales, no los atropella, patea, golpea, insulta o maltrata. Al contrario, aunque no los conozca, trata de protegerlos, ayudarles, darles algo de comer, defenderles, cederles el paso o simplemente no molestarles.

Aunque muchas personas dicen que el tener un perrhijo o gathijo es llenar un vacío emocional, lo cual  puede ser entendible, aceptable o irrelevante, cuando un perrito o gatito se convierten en parte de tu familia es un gesto de amor, del amor con el que se ha formado ese hogar sin importar el número de integrantes, del amor que hay en ese corazón o esos corazones y del amor que incluye respeto, lealtad, apoyo, amistad y un titipuchal de sentimientos buenos.

Habla de un amor que sufre cuando ese integrante de la mascota se enferma y más aún, cuando se pierde o cruza el puente del arcoiris a pesar de los esfuerzos. De un amor que sufre cuando se cometen errores o cuando se desearía tener más recursos y más tiempo para apoyarles más o ayudar a más…

El amor hacia una mascota es una expresión sana de emociones y viceversa, ya que los perros o gatos de personas sanas emocionalmente, lo son también. Son mascotas alegres, juguetonas, obedientes, agradecidas, atendidas, bien cuidadas y felices en una palabra, mientras que en contraste, quienes viven en situaciones vulnerables por estar a cargo de personas irresponsables emocionalmente, son animales tristes, sombríos, temerosos, abusados, enfermos con mayor regularidad, rebeldes o violentos.

Por favor, evitemos eso. Que dentro de los propósitos de este año, pongamos un granito de arena o ¡una playa completa! en educar o concientizar a nuestra familia, amigos o desconocidos en ser más amorosos y respetuosos con los animales.

Mahatma Gandhi decía que “la grandeza de una nación puede ser juzgada por el modo en que tratan a sus animales”. Tomándola de base, también podría decirse que la grandeza de una persona puede ser juzgada por el modo en que trata a los animales…

Tú… ¿eres grande?

¡¡¡¡Gracias por ello!!!!

Acerca del autor

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Rosy Romero

Periodista egresada de la Escuela “Carlos Septién García”. Desde el primer semestre, comenzó a trabajar en el fascinante mundo de los Medios de Comunicación, entre los que encontró en la Radio y las Relaciones Públicas su pasión.

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