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La lengua envía señales de advertencia para prevenir indigestión

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Escrito por Redacción

Universidad de California en San Francisco

Cuando te sumerges ansiosamente en una cena largamente esperada, el estómago envía un conjunto de señales a tu cerebro para impedir que llegues arrepentirte. Ese mecanismo de protección había sido estudiado, pero ahora se ha descubierto otra parte del cuerpo que alerta al cerebro para evitar que la persona coma hasta el punto de la indigestión. Se trata de la lengua.

Un equipo de científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) descubrió que es nuestro sentido del gusto el que nos aleja del consumo desenfrenado de alimentos en un día de hambre.

El equipo, dirigido por el doctor Zachary Knight, profesor de fisiología de la UCSF en el Instituto Kavli de Neurociencia Fundamental, descubrió que cuando la lengua es estimulada por la percepción del sabor, un conjunto de neuronas envía al cerebro un llamado de atención, casi de inmediato, para moderar la ingesta de alimentos.

“Hemos descubierto una lógica que el tronco encefálico usa para controlar qué tan rápido y cuánto comemos, usando dos tipos diferentes de señales, una que proviene de la boca y otra que proviene mucho más tarde del intestino”, explicó el doctor  Knight.

“Este descubrimiento nos da un nuevo marco para comprender cómo controlamos nuestra alimentación”, agregó el científico que también labora en el Instituto Médico Howard Hughes.

El estudio podría ayudar a revelar exactamente cómo funcionan los medicamentos para bajar de peso como Ozempic y cómo hacerlos más efectivos.

El trabajo combinado de dos tipos de células mantiene el equilibro para comer, sin que el furor cause daño. IMAGEN: Ideogram

La ciencia de la digestión

Pavlov propuso hace más de un siglo que la vista, el olfato y el gusto de los alimentos son importantes para regular la digestión.

Estudios más recientes en las décadas de 1970 y 1980 también han sugerido que el sabor de la comida puede restringir la rapidez con la que comemos, pero ha sido imposible estudiar la actividad cerebral relevante durante la alimentación porque las células cerebrales que controlan este proceso se encuentran en lo profundo del tronco encefálico, lo que dificulta el acceso o el registro en un animal que está despierto.

“A lo largo de los años, la idea había sido olvidada”, dijo Knight.

Ahora, nuevas técnicas de estudio cerebral fueron desarrolladas por el doctor Truong Ly, quien es un estudiante de posgrado en el laboratorio del doctor Knight. Con su trabajo técnico fue posible captar la primera imagen y registro de una estructura del tronco encefálico crítica para sentirse lleno. Esa estructura se llama núcleo del tracto solitario.

Si bien puede parecer contradictorio que nuestros cerebros coman lentamente cuando tenemos hambre, el cerebro en realidad está usando el sabor de la comida de dos maneras diferentes al mismo tiempo. Una parte es decir: “Esto sabe bien, come más”, y otra parte es observar qué tan rápido estás comiendo y decir: “Baja la velocidad o te vas a enfermar”.

“El equilibrio entre eso es qué tan rápido comes”, dijo Knight.

Una comprensión más profunda de cómo las señales de diferentes partes del cuerpo controlan el apetito abriría las puertas al diseño de regímenes de pérdida de peso diseñados para las formas individuales en que las personas comen, optimizando cómo se interrelacionan las señales de los dos conjuntos de células cerebrales que interactúan al comer: las del sentido del gusto y las de los intestinos.

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