México es uno de los pocos países del mundo que ya ofrece, en sus sistemas de salud público y privado, medicamentos contra la Atrofia Muscular Espinal (AME), que es la principal causa de muerte infantil, de origen genético en todo el mundo. No se trata de un medicamento común sino de un fármaco de alta tecnología que, aunque actúa a nivel del ADN, se administra de manera oral.
En este padecimiento, los bebés tienen una mutación en el Gen SMN1, que provoca una destrucción paulatina de sus neuronas motoras y por eso carecen de control de sus movimientos, incluyendo los respiratorios, cardiovasculares y digestivos. Hasta hace seis años, la literatura médica reportaba que 50 % de los bebés que padecen AME muere antes de cumplir los 7 meses de vida y 90% de ese mismo grupo no llega a cumplir un año.
Aquellos niños y adolescentes que sobreviven a los primeros meses de vida llegan a padecer discapacidades severas por la pérdida de control muscular. Ese es el problema que se ha logrado mitigar con medicamentos muy avanzados, que actúan a nivel molecular en los genes y que se aprobaron por primera vez en 2016, para su uso en Estados Unidos, y en 2018 fueron aprobados para ser usados en México.
En la actualidad, la gran tarea es identificar a los bebés, niños y adolescentes que padecen la enfermedad y que no han sido identificados o cuyos médicos de cabecera y familiares desconocen la existencia de los medicamentos y el hecho de que pueden ser solicitados en los sistemas públicos de salud.
Enfermedad rara
Uno de cada 10 mil niños que nace en México tiene el perfil genético que detona la Atrofia Muscular Espinal (AME). Es importante decir que esta condición de salud que no afecta a las funciones cognitivas, como percepción, memoria, razonamiento, cálculo o lenguaje pero que provoca la pérdida acumulativa del control de movimientos.
Existen diferentes gradeos de severidad del problema, pero ejemplos alentadores de vida los han dado aquellos padres y médicos que logran identificar la AME a tiempo y ahora hacen campañas para que otras familias conozcan este tipo de atrofia y soliciten acceso a los tratamientos.
“Gracias a Dios, a partir de 2016 se aprobó en Estados Unidos el primer tratamiento, por parte de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). Esto abrió una esperanza para los pacientes de AME en todo el mundo En México llegó el primer tratamiento en 2018 y fue aprobad por la COFEPRIS (Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios) y ahora ya hay tres tratamientos aprobados por el gobierno federal y dos de ellos han sido integrados al Compendio de Insumos Nacionales para la Salud. También en México ya se reconoció a la Atrofia Muscular Espinal como una enfermedad rara, dentro del listado del Consejo General de Salubridad”, explica para los lectores de Salud primero Rosy Chapa Guzmán, madre de dos pacientes con este padecimiento y Presidenta de la Fundación Atrofia Muscular Espinal México.
Hace 30 años se sabía muy poco sobre la causa y procesos de la enfermedad, pero en 1995 se descubrió el problema surge cuando hay una mutación o copiado incorrecto del gen SMN1, responsable de la producción de la proteína de supervivencia de las neuronas motoras.
Tratamientos innovadores
Los genes son regiones o fracciones de la famosa molécula con forma de doble hélice, llamada Ácido Desoxirribonucleico (ADN). Existe una copia de ADN dentro del núcleo de cada célula humana. Esas regiones sirven como moldes o instrucciones para formar otras moléculas que cumplen diferentes tareas; por ejemplo: el gen SMN1 contiene las instrucciones para que se sintetice la proteína SMN (que sirve para Supervivencia de las Neuronas Motoras).
Cuando hay una alteración en el gen SMN1 no se produce la proteína de supervivencia y van muriendo las neuronas que se conectan con los nervios y los músculos. Existe un gen de refuerzo que se lama SMN2, que produce otra proteína similar, pero su cantidad es muy baja (10% o menos de lo que produce la SMN1), así que dependiendo del número de copias que el recién nacido tengan del gen SMN2 es la severidad de la Atrofia Muscular Espinal será más o menos severa.
Los nuevos medicamentos contra la Atrofia Muscular Espinal actúan, a nivel molecular, con dos posibles abordajes: 1) Reparar el gen SMN1, o 2) Aumentar la cantidad de proteínas SMN que produce el gen SMN2.
El desarrollo de esos medicamentos para la AME ha sido un parteaguas para las enfermedades neuromusculares porque hasta8 años era una enfermedad sin tratamiento, que era letal o provocaba una discapacidad progresiva y severa. Ahora existen tres tratamientos que han cambiado la vida de los pacientes, desde aumentar la supervivencia hasta limitar discapacidad, estabilizando la enfermedad.
La doctora Ximena de Robles Wong, médico especialista en genética y neurogenética, describió para los lectores de Salud primero los mecanismos de acción de los medicamentos:
“Existen dos mecanismos con los que se puede dar tratamiento. El primero es reemplazando al gen SMN1 que tiene la mutación. Si no funciona se le puede aportar al paciente un nuevo gen SMN1. Esto se hace mediante terapia génica en la cual se utiliza un virus, que no infecta porque se le quita su propio material genético y en lugar de eso se le pone el gen SMN1, que el virus va a trasladar, como si fuera un vehículo. De ese modo, el virus viaja a las células y transporta un nuevo gen SMN1 para sustituir al que está mutado. Esa es la terapia génica”, indica De Robles Wong.
“El otro abordaje es un tipo de terapia que, de manera general, se pueden describir como ‘darle un empujoncito’ al gen SMN2 para que, en lugar de producir sólo el 10% de las proteínas SMN que requiere el paciente produzca más y así pueda subsanar el problema de la falta de supervivencia de Neuronas”, indica la médico y profesora, que también es Asociado Médico en Neurociencias del laboratorio farmacéutico suizo Roche.
“En el caso de Roche, la herramienta terapéutica que nosotros ofrecemos, llamada risdiplam (cuyo nombre comercial es Evrysdi) , su mecanismo pertenece al abordaje que estimula al gen SMN2 para producir más proteína de Supervivencia de Neuronas Motoras. Es una molécula pequeña que se administra vía oral, en forma de un jarabe que se toma diariamente, y llega a todas las células del cuerpo, incluyendo a las neuronas motoras, y no tiene la dificultad de que se tenga que aplicar en un hospital pues el medicamento se puede tomar en casa”, agrega la especialista integrante de la Academia Mexicana de Neurología A.C.
–¿Cómo podemos explicar lo que el medicamento hace, a nivel microscópico?
–Antes de contestar el detalle hay que decir que el Gen SMN2 es una especie de copia de refuerzo del Gen SMN1. Ambas están en nuestro genoma, pero la SMN2 sería como un respaldo aunque no está totalmente bien copiado, tiene entre 7 y 10 nucleótidos diferentes, por eso produce sólo el 10% de proteína que el gen SMN1.
Entonces, lo que hace risdiplam podría explicarse como si se pusiera un parche en el gen SMN2 para tapar el error o el cambio de ciertos nucleótidos que estaban mal copiados de un gen SMN1 sin mutación. Y al hacer esto, la maquinaria de producción de proteínas no detecta el error y trabaja más en la producción de proteínas, de modo que el gen SMN2 opera como su fuera un gen SMN1 sin mutaciones—, detalla la doctora Ximena de Robles.
–¿Y este tratamiento detiene el avance de la enfermedad o la puede revertir y curar?
–El medicamento detiene el progreso de la enfermedad, porque hasta ahora no existe una cura. Pero el impacto positivo que tiene en la vida de los pacientes que ya lo reciben es muy claro y si el especialista considera que puede funcionar en un paciente de los servicios de salud púbica lo puede solicitar en el interior del sistema porque ya está autorizado en México.
–Todo esto tiene un mayor impacto si el bebé es detectado de manera temprana.
–Sí. Los efectos de todo tratamiento dependen de la edad en la que el bebé, niño o adolescente es diagnosticado y de la severidad de AME que tenga. Mientras más pequeño se inicie se puede estabilizar la enfermedad y hay probabilidades de que conserve habilidades motoras como caminar, sentarse y no sufrir otras complicaciones que ya se han descrito, cardiovasculares, digestivas y respiratorias.
Es por esto que el mensaje más importante es que si los padres o los médicos observan en u bebé algún retraso en el desarrollo, como la habilidad para sostener su cabeza, sentarse o empezar a caminar, es importante hacerle un diagnóstico o referirlo con un neuropediatra. No hay que pensar que hay niños flojos ni consentidos porque no pueden correr o se tropiezan con frecuencia. Esos niños deben ser llevados a que se les evalúe de manera especializada, con un pediatra y luego con un neuropediatra.
Ante cualquier indicio de que un niño no se está desarrollando a la par que sus hermanos o sus compañeros, debe ser llevado inmediatamente con un médico especialista. El neurodesarrollo debe ser observado como una prioridad por todos los padres y todos los médicos que atienden a bebés y niños. Al final ese es el mensaje más importante que todos debemos repetir—, concluyó la doctora Ximena de Robles.
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