Aunque desde el año 1997 México eliminó el uso de la gasolina con plomo, persisten importantes fuentes de exposición a este compuesto tóxico, de tal forma que en la actualidad se estima que 17.4% de niños y niñas de entre 1 y 4 años de edad (1.4 millones de infantes) están intoxicados por su exposición al mismo, reveló la organización Casa Cem.
“La intoxicación por plomo es un problema complejo y añejo en México que afecta de forma más severa a la población ocupacionalmente expuesta, pero también a la población general que utiliza artículos producidos con este metal. Muchos estudios han señalado que la intoxicación por plomo procede del uso del barro vidriado, pocos estudios han evaluado adecuadamente la contribución de otros productos de consumo a esta exposición, como los plásticos y las pinturas”, refiere Mara Téllez-Rojo, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública.
El informe “Toxicidad Mexicana: La cadena de suministro de los compuestos de plomo para las industrias de la alfarería, los plásticos y las pinturas”, elaborado por Casa Cem, describe que,a pesar de más de 20 años de esfuerzos del gobierno y organizaciones civiles para reducir el uso del plomo en la alfarería tradicional, pocos alfareros han optado por utilizar esmaltes libres de plomo. De 48 talleres de alfarería visitados en el trabajo de campo, solo el 14 dejaron de utilizar el plomo en sus productos. De las muestras de esmaltes recolectadas en talleres y comercios, más de la mitad presentaron una concentración de plomo de entre 36% y 93% de plomo en peso. México tampoco ha controlado el uso del plomo en pinturas y plásticos.
México carece de regulaciones para controlar el contenido de plomo en cerámica, plásticos y pinturas, con lo que en los hechos no protege a los trabajadores ni a los consumidores.
“Las exposiciones no reguladas al plomo están provocando una continua pérdida de coeficiente intelectual, bajo rendimiento escolar y un aumento en las conductas antisociales, agresivas y violentas en los niños. Además de elevadas tasas de ataques cardíacos y muerte entre los adultos. Para controlar el uso y la intoxicación por plomo, México requiere implementar medidas y vigilancia contundentes”, refirió Perry Gottesfeld de Occupational Knowledge International, durante la presentación del informe.
La ruta del plomo
El propósito de Toxicidad Mexicana es identificar a fabricantes y distribuidores de compuestos de plomo que abastecen a las industrias de alfarería, plásticos y pinturas en México y proponer la elaboración de políticas públicas encaminadas para prohibirlos. El óxido de plomo es el compuesto de plomo más usado como esmalte para alfarería. Un fabricante mexicano de óxido de plomo, Grupo Kalidad, distribuye directamente a los alfareros este producto, que se vende en bolsas sin etiquetas. Otras empresas que participan con menores volúmenes son: Óxidos y Pigmentos, Penox, Dynakrom y APOMEX/Abastecedora de Metales y Derivados.
Otro producto que se comercializa en México es el cromato de plomo, pigmento usado en pinturas y plásticos. Este compuesto fue responsable de cientos de casos de envenenamiento en EUA. Dado que contiene plomo y cromo hexavalente (un reconocido carcinógeno), la Unión Europea prohibió su producción, importación y exportación tras demostrar que hay alternativas más seguras para todos sus usos. Sin embargo, en México la empresa Dynakrom fabrica y comercializa cromatos de plomo, al igual que empresas internacionales como Vibrantz, propiedad de American Securities y DCL, propiedad de Blackstone.
El informe Toxicidad Mexicana reporta que en el país hay sustitutos disponibles a los compuestos de plomo. “México debe de prohibir la producción, importación y la exportación de los cromatos de plomo y restringir la venta de los óxidos de plomo para limitarla a compradores de grandes volúmenes que solo la utilicen para aplicaciones pre aprobadas, como la fabricación de baterías de plomo”, concluyó Sofía Chávez de Casa Cem. Para conocer el informe, click aquí.
Dejar un comentario