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Urgen combatir la industria de las “leches de fórmula”

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Escrito por Lupita Avilés

Semana Mundial de la Lactancia Materna

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, es urgente legislar sobre las “fórmulas lácteas” o los sucedáneos de la leche materna, ya que las empresas que fabrican éstas leches que no lo son, han desarrollado diversos métodos para debilitar la lactancia materna  y favorecer el uso de sus productos con graves daños a la salud de los bebés.

Durante la pandemia por Covid-19, la industria de las “leches de fórmula” ha desarrollado estrategias para promocionar sus productos, como financiamiento de conferencias en línea, envíos gratis a domicilio, ofertas en puntos de venta, donaciones humanitarias en situaciones de desastres naturales, terremotos, entre otras.

Para proteger la lactancia materna es necesario adoptar políticas públicas a nivel internacional y nacional que prevengan el conflicto de interés en el desarrollo de regulaciones sobre los sucedáneos de la leche.

Y en el marco de los 40 años del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM) y de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, expertos en el tema de lactancia materna y conflicto de interés, denuncian las prácticas de la industria de fórmula y sucedáneos de la leche materna.

Explican cómo se ha violado la implementación del CICSLM así como el desarrollo de políticas para proteger la lactancia materna.

La titular del Centro de Orientación Alimentaria de México, Julieta Ponce, indicó a Salud Primero que “es importante regular los sucedáneos de leche materna o “fórmulas lácteas” porque debe evitarse “la mano negra” de la industria que se ha infiltrado durante cinco décadas en decisiones públicas. En los últimos sexenios se ha visto como se involucra a la secretaria de Salud en la instalación de plantas para la fabricación de fórmulas lácteas.

Hemos visto como Nestlé capacita al personal de salud en lactancia materna, algo tan distorsionando como pedirle a Coca Cola que capacite el cuidado de la diabetes al personal de salud. Los fabricantes de “fórmulas lácteas” pagan o estimulan a través de  compensaciones económicas a pediatras para que prescriban fórmulas, y esto abre un hueco donde hay oportunidad de violación de derechos.

Julieta Ponce, titular del Centro de Orientación Alimentaria de México

Es importante legislar porque urge poner la vida de la niñez y sus madres por encima de cualquier interés comercial”, acusó Julieta Ponce, titular del Centro de Orientación Alimentaria de México.

Aunque algunas normas oficiales asumen o toman algunas cosas del Código, sabemos que quien incumple algunas normas oficiales por parte del personal de salud o de los fabricantes, quedan totalmente impunes, porque las NOM nunca sancionan, aseveró.

En 1981 nuestro país firmó el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM). Desde entonces el estado mexicano realizó un compromiso en el fomento a la lactancia materna y la regulación de los sucedáneos de la leche de fórmula, pero han pasado 40 años, y sigue sin conocerse ni regularse.

El objetivo del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM) busca promover la lactancia materna y proteger en los primeros años de vida a los infantes con una alimentación saludable, así como regular la comercialización de los sucedáneos de la leche materna e impedir el conflicto de interés con la industria de fórmulas infantiles que tengan que ver con productos infantiles,  amparado en el derecho superior de la niñez.

Y aunque los gobiernos, sistemas de salud, trabajadores del mismo sector y la industria de fórmulas infantiles se comprometieron en este Código, en México se traduce en una recomendación no vinculante.

Datos del Instituto de Salud Pública (INSP), indican que el mercado de alimentos para bebés aumentó de 2016 a 2020 y las ventas de “fórmulas infantiles” presentaron un alza de más del 85% en ventas.

La nueva planta de Nestlé en Jalisco, -dice Julieta Ponce-, es prueba de ello, es la más grande e importante fábrica de producción de fórmulas lácteas, y de todo lo que se produce el 60% se queda en territorio nacional y el resto se destina a África.

Para la titular del Centro de Orientación Alimentaria de México, Julieta Ponce, el estado ya ha fallado en la promoción del Código, y esto no justifica de ninguna manera que el profesional de la salud, lo viole o lo incumpla. Sin embargo, señala que en la perspectiva del derecho de progresividad,  el estado tiene “el chance” de ir mejorando en sus prácticas, pero es inaceptable que a la fecha no se haya aceptado el Código, ya no en una ley ni siquiera en una normatividad, explicó contundente.

En su mayoría, el personal de salud desconoce la existencia del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM), según estudios recientes realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública y la Universidad Iberoamericana, a cargo de la doctora Sonia Hernández Cordero.

Se comprobó que quienes más violan este Código con recomendación no vinculante, es el personal de salud, -y la mayoría por desconocimiento pero también porque no se ha hecho ley-, explica J. Ponce, es decir si el Código se hiciera ley se tendrían más posibilidades de hacerlo exigible, y sobre todo de hacer justicia  para quien incumpla la ley.

Aunque ha habido falta de publicidad y promoción del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM),  no se puede justificar al personal de salud por la violación o el incumplimiento de este compromiso.

Por otro lado, en la observancia de su cumplimiento la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), es la instancia encargada  de vigilar el cumplimiento de este lineamiento, sin embargo, carece de personal suficiente para hacer supervisión y vigilancia de las violaciones del mismo.

“Se espera que la gente se queje y una vez realizada la queja, esta se recibe y se sella por la instancia reguladora (Cofepris), pero no se da seguimiento”.

Según el Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva,  se ha sancionado a la industria, sin embargo Julieta Ponce señaló que no se tiene ni un solo dato público pese a que han solicitado por años la transparencia de lactancia materna y el mismo personal de la instancia de salud a cargo, lo ha reservado. Argumentan que sí se ha sancionado a empresas que han ofertado fórmulas o que han realizado donaciones, pero no se conoce ningún dato hasta el momento, acusó.

Violaciones frecuentes al Código

Actualmente el Código es violado constantemente por  situaciones como terremotos, desastres naturales, y ahora con la pandemia también, además se incluyen campañas políticas, que  también hacen donaciones de  “fórmulas infantiles”, señaló la titular del Centro de Orientación Alimentaria de México.

 Y las sanciones a las empresas son con montos equiparables a los salarios mínimos. Pero –enfatiza Julieta Ponce-, no queremos ese tipo de sanciones. Lo que queremos es que en perspectiva de derechos haya por lo menos cuatro cosas:

-Una disculpa pública por parte del Ejecutivo Federal a toda la población materno infantil y sus familias por haber incumplido en hacer público el Código y no hacerlo eficaz.

-Por haber tenido la ausencia de una política de lactancia materna

-Por haber pactado con la industria  de fórmulas lácteas

-Reconocer el daño y repararlo

-La promesa de no repetición a través de una política pública, sólida basada en evidencia y con perspectiva de derechos y de género de lactancia materna.

Se pretende evitar la intromisión de la industria por medio de una política que regulara el conflicto de interés. Lo más costo efectivo es que se tenga la ley, afirmó Ponce.

Existe el interés jurídico y legitimo por parte del Estado mexicano para hacer el Código ley pero sobre todo una política de lactancia materna que regule o impida el conflicto de interés que todo el actuar de la industria de fórmulas infantiles, sucedáneos, tetillas, juguetes y/o que tenga que ver con productos infantiles, sea público y amparado en el derecho superior de la niñez.

Tenemos derecho a saber lo que hace la industria, esto no está regulado. Cualquiera puede pagarle a un farmacéutico, pueden prometerle actualizaciones, congresos o coches a los pediatras, equipos electrónicos, laboratorio y nadie darse cuenta. El dinero que se ahorran en publicidad se canaliza en premios y compensaciones de persuasión del personal médico.

El Código habla de promoción y fomento a la leche materna y sobre la regulación de la publicidad de las “fórmulas lácteas” pero tiene huecos que deben revisarse porque se está quedando corto. Si el Código no se hace ley difícilmente se puede avanzar en la lactancia materna. Se tendría que incluir en los programas de formación universitaria  y debería ser parte de la capacitación hospitalaria de cualquier unidad que atiende áreas de gineco-obstetricia.

Del sexenio del 2002 al 2012 la lactancia materna cayó a la mitad. Lactancia materna exclusiva, (solo leche materna en los primeros seis meses) del 2006 al 2012 se redujo del 22 al 14 %, bajó 7 puntos porcentuales.

En zonas rurales, la lactancia materna  bajó del 36 % al 18%. Después, en el sexenio del 2012 al 2018 no se tuvieron cifras destacables sino hasta la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), mágicamente sin que hubiera una política de lactancia materna, aumentó del 14% al 28%.

Las cifras actuales señalan que la tercera parte de la niñez es amamantada con leche materna exclusiva, aunque nos parece muy sorprendente que sin acciones a favor de las mujeres en esta etapa de la vida se haya logrado.

No obstante, señaló que se puede observar el Índice de Lactancia Materna que cada dos años se da a conocer para saber cómo  está nuestro país en lactancia materna.

Al respecto,  “el Sistema Nacional  de Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) señala que en México solo de tres década 10 niños menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva. Nuestro país se encuentra por debajo del consumo de América Latina y el Caribe y el promedio mundial”.

En este sentido, como se carece de promoción al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM), y no se puede estar esperando a ver a qué hora se le difunde a todo el personal de salud mientras los bebés podrían estar violentados en su derecho al amamantamiento,  -aclara la maestra Ponce-,  una de las rutas podría ser el reconocimiento del derecho humano a la lactancia materna que ha estado reconocido por grupos de trabajos de la ONU por la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos, por grupos de mujeres amamantando y por trabajos teóricos, de que es posible reconocer este derecho al amamantamiento.

Sin lactancia materna se aumenta el riesgo de enfermedades respiratoria, diarreicas,  desnutrición, obesidad, síndrome metabólico, para las madres, están expuestas a desarrollar cáncer de mama, y puede haber más pobreza.

Por no lactar México gasta más de 5 mil millones de pesos anuales y esta ganancia le interesa  a la industria porque su producto depende de que las mamás no quieran amamantar. El conflicto de intereses está disfrazado de modernidad, apoyo a la ciencia, apoyan congresos, becas, capacitación en lactancia, le hace daño al país porque las consecuencias son que  avanza el mercado y retrocede el estado,

El amamantar tiene un impacto de forma inmediata frente a la desnutrición, estatura baja, abatimiento de deficiencias alimentarias, combate a la obesidad infantil y otras enfermedades. Ahora frente a la pandemia lo podemos observar, tenemos que 7 de cada 10 muertes tuvieron que ver con obesidad con hipertensión y diabetes, explicó Julieta Ponce.

Si el alto Ejecutivo lo reconoce públicamente daría más herramientas vinculantes, es decir no tendríamos que esperar a que hubiera una ley sino que podría hacerse exigible, pero esto incluye el inicio de toda una cultura de la exigencia y la justicia de los derechos humanos en México, concluyó. (Con información de Milenio)

Acerca del autor

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Lupita Avilés

Periodista egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, incursioné en prensa escrita, medios electrónicos, así como agencias de monitoreo y la docencia. La necesidad de conocer lo desconocido y meterme en terrenos inesperados, como dice el cantante Luis Eduardo Aute, me apasiona. Comunicar lo que aprendo me gusta tanto como descubrirlo. Disfruto ir detrás de la curiosidad y encontrarme con nuevos horizontes.

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