Hacer llegar a cada rincón del planeta alimentos saludables a fin de que la población tenga una alimentación adecuada con un beneficio importante para su salud es el reto lanzado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el marco del Día Mundial de la Alimentación.
Incorporado a la agenda internacional desde hace décadas, esta jornada de reflexión incita a todas las personas a pensar en las problemáticas relacionadas con la alimentación y su impacto en las vidas de cada habitante del planeta. Datos como que dos mil millones de personas no tienen acceso regular a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes o que los problemas de malnutrición (desnutrición, carencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad) tienen un impacto económico de alrededor de 3.5 billones de dólares anuales muestran la relevancia de la temática, con un impacto en muchos ámbitos del devenir social e individual.
En nuestro país, el derecho a la alimentación está garantizado en el artículo 4 constitucional, estableciendo que toda persona tiene derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Bajo esta perspectiva, a partir del pasado 1 de octubre, entró en vigor el nuevo etiquetado frontal de advertencia en bebidas y alimentos ultraprocesados que permite a las personas conocer si un producto contiene o no un exceso de sodio, calorías, azúcares, grasas saturadas y grasas trans a fin de que pueda elegir o no su consumo.
Además de que se advierte si los productos contienen o no edulcorantes no calóricos o cafeína para evitar su consumo en población infantil.
El plazo establecido para que desaparezcan de los anaqueles de las tiendas de abarrotes, de conveniencia y supermercados aquellos productos sin etiquetado de advertencia es el próximo 1 de diciembre, o en caso contrario, deberán ser retirados y las empresas involucradas resultarán sancionadas.
A propósito de la entrada en vigor de la medida, especialistas como Israel Ríos, oficial Regional de Nutrición para América Latina y el Caribe de la FAO, consideraron que las medidas a tomar deben enfocarse a propiciar los cambios de ambientes y sistemas alimentarios, en los cuales haya mayor disponibilidad de alimentos que conformen una dieta más saludable y generen un menor impacto en el medio ambiente.
Desde la misma perspectiva, Mauro Brero, jefe de nutrición de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México, explicó que el etiquetado frontal trae beneficios directos, pero se requieren más medidas armónicas como la reglamentación de la venta de alimentos a las poblaciones infantiles.
En realidad, en el último año, México se ha convertido en punta de lanza en la materia. Sumado a la implementación del etiquetado frontal, en Tabasco y Oaxaca se ha legislado en cuanto a la venta de alimentos denominados como chatarra a menores de edad en escuelas y espacios cercanos a las instituciones educativas. Y se espera que esto sea una realidad en otros estados en los próximos meses.
Los cambios se han encontrado con ciertas reticencias por parte de la industria alimentaria, al grado de buscar interponer recursos legales para frenar los cambios normativos sobre etiquetado frontal y venta de alimentos. Sin embargo, como ha mostrado el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en conjunto con el Instituto O´Neill de la Universidad de Georgetown y el Centro Global para la Innovación Legal en Ambientes Alimentarios, a través de un informe, la normativa recién aprobada es totalmente constitucional ya que busca “desincentivar el consumo de productos de baja calidad nutricional, y, por lo tanto, a modificar factores de riesgo del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles asociadas a la alimentación”.
Los desafíos aún son muchos y el cambio depende de la voluntad de las personas. Por eso, como parte de las acciones de este día de la alimentación se promueve un llamado colectivo para optar por dietas más saludables que incluyan una gran cantidad de alimentos, sobre todo aquellos sembrados localmente o en propia casa, de temporada, elaborados por las industrias locales minoritarias y que no requieran de múltiples procesos industriales.
Ante las peripecias actuales motivadas por la pandemia de Covid19, entre las que destacan el vínculo entre el coronavirus que afecta al aparato respiratorio con malestares asociados directamente con la alimentación, el llamado en este día de la alimentación es a que todas las personas den cuenta de la problemática, y desde sus posibilidades, contribuyan a mejorar la alimentación propia y de todas las personas de su alrededor, y en si, las condiciones de salud individuales, colectivas y planetarias.
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