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Falta de recursos, llevará a rumbos éticos complejos

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Escrito por Leonardo Bastida

Covid-19, crisis sanitaria

En el marco de la conferencia Bioética en la pandemia de Covid19, organizada por el Programa Universitario de Investigación en Salud (Puis) de la UNAM, dentro del Seminario Permanente de Bioética, especialistas en medicina crítica, jefes de unidades de terapias intensiva y urgencias de hospitales en los que se atienden a personas con Covid19, y bioeticistas consideraron que la crisis sanitaria vivida en estos días ha implicado el surgimiento de problemas éticos como la asignación de recursos en casos de saturación de centros de salud, situación que podría vivirse durante esta Fase 3 de la pandemia.

Al respecto, Samuel Ponce de León, coordinador del Puis, recordó que las epidemias han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, y en este caso, la de Covid19 ha propiciado una serie de debates en materia de derechos humanos, ante situaciones como que quienes presenten la enfermedad estén yendo de un lugar a otro debido a la falta de camas para poder recibir atención adecuada, a que se deba determinar un período de tiempo para mantener el apoyo terapéutico a la persona con la enfermedad en estado de gravedad y a que se tenga que decidir brindar o no atención a una persona en situación de gravedad a causa de una escasez de camas, de ventiladores de apoyo para la respiración  y de insumos en los hospitales.

En el caso de la enfermedad por Covid19, más de 80 por ciento de los casos pueden recuperarse a través de la propia respuesta del sistema inmunológico, pero otros requieren de hospitalización y el uso de ventiladores para poder respirar por varias semanas.

Arnoldo Kraus, médico docente de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que la pandemia está generando decisiones éticas en escenarios éticamente imposibles debido a la complejidad de la situación y a un panorama en el que que entre 60 o 70 por ciento de quienes llegan a los centros hospitalarios fallecen.

Por su parte, Patricio Santillán Doherty, director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, indicó que la emergencia sanitaria nacional ha implicado una serie de cambios en nuestros patrones habituales de comportamiento, pero también a nivel institucional, sobre todo cuando los recursos son limitados y se trata de eficientizar la atención a quienes presentan problemas de salud motivados por el coronavirus Sars -Cov- 2.

El también presidente de El Colegio de Bioética explicó que actualmente, en la institución que dirige, se atienden a 85 pacientes intubados de alrededor de 110 que han llegado al Instituto para recibir atención a causa de la enfermedad y aún quedan 11 camas disponibles, pero no descartó que en breve podrían ocuparse.

Sumado a la tensión de las capacidades médicas de respuesta debido a que se consumen muchos recursos e insumos de equipo de protección personal como gorros, cubrebocas N95, batas, uniformes quirúrgicos desechables, gel, alcohol, guantes, zapatos, entre otros, pero que pueden comenzar a escasear, y al desgaste de los recursos humanos y problemas en la salud emocional de quienes dan atención médica debido a los altos índices de fallecimientos.

Ante escenarios como este, Eduardo Rivero, jefe de la unidad de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y Guillermo Domínguez, subdirector de cuidados médicos de la misma institución comentaron que la escasez de recursos en una etapa crítica provoca que el personal de salud deba implementar medidas de evaluación de la evolución del paciente para determinar la asignación de recursos.

Por esa razón, los especialistas consideraron que la elaboración de un Proyecto de Guía para asignación de recursos en situación de contingencia del Consejo de Salubridad General ayuda a orientar a quienes deban tomar las decisiones de otorgar atención médica o no en medio de un contexto complejo.

Con respecto al Proyecto de Guía, los participantes consideraron que, tras la polémica generada en días pasados por una parte de su contenido, y su posterior revisión, es muy útil que se haya puesto el tema en discusión y se abran otras reflexiones como la necesidad de que las personas hagan saber su voluntad anticipada para evitar que las decisiones sobre la continuidad o no de su vida sean tomadas por las propias personas, y no, por los cuerpos médicos.

A manera de conclusión, señalaron que ante el posible panorama de una escasez de insumos médicos en semanas próximas debe prevalecer el principio bioético de justicia,  en el sentido de que el mayor número de personas pueda acceder a los recursos disponibles sin distinciones ni excepciones.

Acerca del autor

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Leonardo Bastida

@leonardobastida

Tejedor de historias y cronista de las realidades desde hace más de una década. Etnohistoriador de formación, apasionado por el cine, la literatura y las buenas charlas, investigo y documento vulneraciones a derechos humanos por cuestiones de género, diversidad sexual, VIH/Sida, entre otras causales. Por investigaciones periodísticas sobre tecnología mexicana aplicada al tratamiento del VIH y la ruta seguida por las mujeres del Estado de México para lograr la declaratoria de la alerta de género, obtuve los premios Nacional de Periodismo, otorgado por el Club de Periodistas, y el José Pagés Llergo.

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