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Buscan evitar que experiencias traumáticas infantiles detonen enfermedades crónicas

Experiencias traumáticas en la infancia_Grok AI
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Escrito por Antimio Cruz

Investigación del Tec de Monterrey

Cuando las niñas o los niños crecen en un entorno en el que se registra violencia intrafamiliar, negligencia, abuso físico, emocional o sexual, enfermedad mental de algún pariente o encarcelamiento de alguno de los padres, aparecen desequilibrios fisiológicos que pueden desembocar en enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, depresión y alteraciones cardiovasculares.

Científicas del Tecnológico de Monterrey, en colaboración con colegas de la Universidad de los Andes y de la Universidad Católica de Chile, desarrollan una investigación multidisciplinaria que permitiría detectar oportunamente a niñas y niños que han sufrido experiencias traumáticas infantiles y que han incrementado su riesgo de desarrollar enfermedades crónicas cuando lleguen a la edad adulta.

El estudio consiste en buscar algunas moléculas específicas que podrían estar presentes en la saliva o microbiota oral de los menores y que pueden servir como banderas o biomarcadores de alteraciones a la salud.

Para ir un paso más allá de la detección de menores en riesgo, dentro del Tec de Monterrey trabajan juntas la Escuela de Ingeniería y Ciencias, y la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud para diseñar recetas de alimentos enriquecidos con ácidos grasos, que puedan integrarse fácilmente a la dieta de niños para ayudarlos a disminuir los efectos nocivos de las alteraciones fisiológicas generadas por experiencias traumáticas.

Herramientas innovadoras

El estudio para identificar biomarcadores en la microbiota oral, que pueden asociarse a Experiencias Adversas en la Infancia, es liderado por Cristina Elena Cabrera González, quien es estudiante del Doctorado en Biotecnología, y por la doctora Rocío Alejandra Chávez Santoscoy, profesora investigadora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, especialista en Seguridad Alimentaria y reconocida a nivel internacional por sus investigaciones relacionadas con el desarrollo de recetas de nutrición funcional para pacientes con enfermedades crónicas.

El estrés crónico en la infancia provoca varias alteraciones de consideración: la liberación constante de cortisol, principal hormona de respuesta al estrés; eleva los niveles de glucosa, principal fuente de energía en situaciones de estrés; y, reduce la presencia de melatonina, hormona responsable de regular el ciclo de sueño-vigilia. 

A largo plazo, estos cambios afectan la alostasis (el proceso de adaptación del organismo a los cambios físicos, psicosociales y ambientales, que consiste en una respuesta adaptativa que estabiliza los parámetros fisiológicos en situaciones de demanda y/o estrés).

La exposición a Experiencias Adversas en la Infancia desencadena un estado de desregulación multisistémica que afecta el funcionamiento normal de los sistemas neuroendocrino, cardiovascular, metabólico e inmune. La presencia continua de altos niveles de cortisol puede desencadenar inflamación crónica, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades graves durante la adultez.

Una de las innovaciones más destacadas de este estudio es enfocar su atención en el análisis del microbioma oral como un elemento de diagnóstico no invasivo para medir el impacto biológico del estrés infantil.

El microbioma oral es la comunidad de microorganismos que habitan en la cavidad bucal, incluyendo bacterias, hongos y virus. Se estima que la boca alberga más de 700 especies de bacterias. Su desequilibrio puede contribuir a enfermedades orales y sistémicas. Particularmente, se ha observado su implicación en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y síndrome de intestino irritable, entre otras.

Las investigadoras señalan que las alteraciones del microbioma oral también podrían favorecer la formación de moléculas provocan daño en la piel y, en algunos casos, muerte neuronal, necrosis, asma, hipertensión pulmonar y retinopatías.

Este proyecto forma parte del Proyecto Insignia de Seguridad Alimentaria y Nutrición de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey. Es un trabajo innovador porque genera información sobre cómo las adversidades durante la infancia (como la violencia doméstica, la negligencia o el abuso emocional y físico) pueden provocar una respuesta de estrés exacerbado y crónico en los niños, impactando su salud a largo plazo y propone tratamientos preventivos para ayudar a mejorar su calidad de vida en la etapa adulta.

Acerca del autor

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Antimio Cruz

Antimio Cruz es periodista desde 1988. Escribe textos especializados en ciencia y salud. Ha sido reportero en los diarios Unomásuno, Reforma, El Universal, Milenio y La Crónica de Hoy. Ha ganado los premios de periodismo Walter Reuter, Conservación internacional, Conacyt, MSD, Grunenthal y Rostros de la discriminación. Es autor de la novela Descalza voy contigo, publicada por Tusquets editores.

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