MILÁN, Italia. (17 de Mayo. 2020) Noticias desde el encierro o la última y nos vamos… Siento que estamos por cerrar un capítulo de esta larga historia de lo que ha sido la pandemia en Italia. Es una mezcla entre nostalgia por estos días tan locos e intensos de encierro y esa emoción por volver a encontrarnos con los lugares y los amigos, que hasta ahora teníamos prohibido encontrar. Emoción por reconocer los que fueron nuestros sitios favoritos antes de esto y descubrir esas ciudades que vimos todos estos días tan solitarias y calladitas a través de los miles de videos que inundaron las redes.
Nostalgia por el silencio y la calma y emoción por volver a salir y recuperar un poco de lo que hace casi tres meses, algunos dos, dejamos suspendido. Sabemos que las reglas han cambiado o han tenido que cambiar por la velocidad de las muertes y contagios que se dieron aquí, y que por cierto, aunque menos, no han parado. Mañana Italia abrirá la mayoría de sus actividades económicas con un bloque de cemento en el corazón que se traduce en 31 mil 908 muertos en 88 días de confinamiento, 70 en todo el país, es decir, un promedio de 368 personas muertas por día, donde me acuerdo que los días más pesados, por ahí de mediados de marzo, llegaron a ser hasta tres veces esta cantidad: “los peores días de todos los días…”.
Hoy ‘sólo’ fueron 145 muertos y 675 contagios, y de ahí el gran reto que significa volver a salir y tratar de comer en restaurantes, entrar a tiendas, museos, irnos a cortar el pelo o lo que esté permitido pero siempre con el cuidado de no juntarnos mucho, de no estar hablando tanto sin el cubrebocas, de cubrirnos por completo si tosemos o estornudamos y demás condiciones para que la famosa curva de contagio no vuelva a subir.
No aquí donde el coronavirus ha sido despiadado.Hoy se me hizo tardísimo y no quería dejar de escribir para contarles con lo que me quedo de estos largos y largos días de encierro. Me quedo con la sonrisa de mis hijos sin los dientes que perdieron. Me quedo con los cuentos y rimas que lograron aprender a petición de sus maestras. Me quedo con los inventos en casa para no aburrirse… Con los bailes improvisados, con los festejos planeados, con la solidaridad de los amigos en los días más grises.
Mañana, que aquí ya es mañana, no sé exactamente lo que nos espera, pero igual me emociona saber que seguiremos descubriendo y reconociendo más lugares y rincones juntos. Felicidades a mi niño más pequeño que hoy cumplió 4 años y que espero con todas mis fuerzas que nunca olvide esta fiesta.
Dejar un comentario