MILÁN, Italia. (19 de abril, 2020). Hoy uno de mis hijos le escribió una carta a su maestra donde le dice que no es que no le interesen las tareas como ella le menciona en una de las revisiones que nos mandan de vez en cuando, sino que en la escuela se trabaja mejor.
Él es del que nunca se quejaban, el que hacía todo de buena manera, el que cada vez que me llamaban de la escuela era sólo para felicitarnos por tener a un niño tan dispuesto a trabajar en clase. El que cambiaban de lugar para que les ayudara a sus compañeritos si es que no entendían algo porque, además, le gustaba y tenía la paciencia para explicar lo que él iba entendiendo. Recuerdo que la primera vez que nos llamaron de su clase, la maestra me dijo: “Hay que cuidarlo porque luego cambian”.
El otro de mis hijos se ha mantenido fiel a su forma de ser: siempre rebelde, aunque también se pone feliz cuando las maestras lo felicitan y se enoja, cuando le escriben para que repita sus tareas. Nadie se imaginó nunca este escenario y que para arrancar de nuevo las actividades pues tendrá que pasar aún más tiempo a pesar de que los números de contagios y muertos siguen cayendo.
Hoy se volvió a reportar otro récord: 433 muertos, 50 menos que ayer, con lo que ya se registran 23 mil 660 en total; y 3 mil 47 contagios para llegar a 178 mil 972. Lo mejor de todo, es que ya no son sólo números. Hoy vimos imágenes de verdadera esperanza. El hospital Niguarda, uno de los hospitales de Milán donde había un reparto de Terapia Intensiva y que durante estos dos largos meses estuvo siempre lleno por los pacientes positivos fue cerrado temporalmente porque, al menos ahí, ya no hay pacientes.
Desde hoy comenzaron a sanificarlo e informaron que vendrá reorganizado para nuevas tareas. Los videos del personal sanitario, de verdad llenan el corazón. Otra señal es que en Bérgamo, también el número de muertos ya comenzó a bajar considerablemente. Ayer por ejemplo sólo se registraron 39 en el Hospital Papa Giovanni XXIII, donde aún hay 298 contagiados, mientras que en los peores días se llegó a 500. El Eco di Bergamo, el periódico que se hizo famoso en todo el mundo por sus páginas y páginas de esquelas, hoy ya tenía sólo tres páginas con avisos negrológicos.
Los peores días llegó a tener de 12 a 15. Piano, piano… Sin embargo, lo que hemos visto estas últimas horas donde ya todo mundo ha puesto su atención en cómo será este pasaje a la Fase 2, es lo que a muchos aún, a pesar de todo este encierro, aún no les queda claro. En Campania, por ejemplo, ayer, a pesar de que en todo el país están prohibidos los funerales, en la localidad de Saviano participaron en el del alcalde Carmine Sommese, un médico al parecer muy querido por sus pobladores y que ya tenía varios días enfermo de Covid-19. Este hecho fue suficiente para poner a esta localidad en cuarentena y declararla nueva Zona Roja.
Por eso las autoridades no se cansan de decir que sigamos con todas las precauciones pues tendrán que pasar muchísimos meses para que un día, de nuevo, volvamos amontonarnos en un restaurante, un salón de clases, una playa, un gimnasio, ir al cine, y lo que les venga en mente. Sí es durísimo, pero al parecer, esto ya no tiene vuelta de hoja.Las fotos son de una iniciativa de Streetart en Milán que se llama CovidArt en los tiempos del coronavirus. El autor del primero se llama Boris Veliz y el autor del segundo, se llama Felipe Cardena, quien tejió en su balcón All you need is love, durante su cuarentena…
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