El corazón provee sangre a todo el cuerpo. A fin de determinar si bombea adecuadamente, tu médico puede solicitar una prueba de esfuerzo cardíaco, con la cual se tratará de que bombee con más fuerza y rapidez, y permitirá detectar posibles problemas con el flujo sanguíneo.
Esforzar al corazón quizás no suene muy seguro para quien padece una afección cardiovascular, pero la prueba ofrece información importante a los médicos.
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Obtenemos información acerca de la función de bombeo del corazón y, concretamente, si hay obstrucciones importantes en los vasos sanguíneos que proveen sangre”, explica Paul McKie, cardiólogo de Mayo Clinic.
El especialista explica que existen dos tipos de pruebas:
La más común consiste en hacer ejercicio. El paciente camina en una caminadora o hace ejercicio en una bicicleta. La prueba dura menos de 10 minutos y se controla la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración. Cuando alguien tiene una obstrucción, el flujo sanguíneo alrededor de la misma generalmente es suficiente mientras está en reposo.
“Es solamente con el ejercicio, o sea, cuando se exige más al corazón, que no fluye suficiente sangre alrededor de la obstrucción”, afirma el Dr. McKie.
Cuando la persona no puede hacer ejercicio, se usa un medicamento que simula los efectos del ejercicio sobre el corazón. El médico podría solicitarla para diagnosticar una arteriopatía coronaria o una arritmia cardíaca.
El test también puede determinar el tratamiento, cuando ya se ha diagnosticado una afección cardíaca. (Con información de Mayo Clinic)
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