Hay escenarios para los que nunca vamos a estar preparad@s… Hace tiempo, cuando tuve la fortuna de conocer gente entrañable en el programa de radio que conducía, una querida tanatóloga, Gina Tarditi, nos explicaba lo importante que es aprender a vivir con las pérdidas, porque todos los días vamos perdiendo algo… incluso, claro, un poco de vida.
Hace unos meses también, llevé a mi hija a ver una obra de teatro cuya trama abordaba la muerte de un profesor. Arropada con música y canciones de los maravillosos “Saltapatrás”, aquella puesta estaba envuelta en una fiesta en la que el maestro podía volver para decirle a sus alumn@s que si la vida es celebración, la muerte tiene música aún mejor… Val lo entendió así y siempre quiere que le ponga la canción “del profesor al que se le cayó el coco”, le gusta escuchar la historia una y otra vez…
Pero qué dura es la muerte inesperada, la ausencia a la que hay que empezar a acostumbrarse, la ansiedad porque el tiempo volviera para hacer todo lo que no se hizo: la última llamada, la última celebración, la última charla, la última risa… el último baile…
La tristeza de saber que ya no estará el tío para esa sobrina que ya no aprenderá a bailar con él, que ya no estará en sus brazos en las fotos… que ya no tomará clases de cine con él… a la que ya no podrá enseñarle, con el ejemplo, que la pasión hace la vida…
Para comprobarle, solo por darnos en la cabeza, que los príncipes sí existen y que pueden poner las zapatillas (dos) para bailar, y bailar y bailar….
… Hoy solo queda el consuelo de lo vivido; de las risas que sí tuvimos, de las cenas de fin de año, de las roscas de reyes, de las charolas enormes y deliciosas de pan dulce con las que llegabas siempre a los desayunos, de las coincidencias, de los aprendizajes…
De tu escucha y tu presencia imprescindible en el programa de radio; de las carcajadas porque cualquier tema abordado, estabas seguro que tenías los síntomas… tu hipocondria siempre ahí… y el abrazo cada semana a distancia, con la seguridad de que estabas escuchando…
Gracias por todos esos años juntos Alex Cárdenas, por tu pasión por el cine, por tu apoyo, por querer a Val… Ella también te recordará porque yo me encargaré de ello… Te quedas para siempre en nuestro corazón, hoy en pedacitos por el dolor de tu ausencia, y sí, hay que aprender a vivir con ello… Pero carajo, qué falta nos haces ya…
Adiós Príncipe… Todo el amor hasta la luna…
Dejar un comentario