Mientras esté vivo…

Apasionado por el teatro, colmado de un humor negro inigualable, escéptico y siempre cuestionador Benjamín ha visitado a varios especialistas para saber cuál es la causa de los dolores percibidos en su tronco abdominal, cada vez más irritantes, aunque también detonadores de cuestionamientos hacia las ciencias médicas y sus especialistas, pues, considera que no le brindan alternativas.

Estacionado en lo que culturalmente se asume como la plenitud de la vida, todavía con gotas de juventud y un porvenir por descubrir, Benjamín recibe un diagnóstico muy poco alentador, cáncer de páncreas en etapa IV, una menos que la más grave, pero con escasas posibilidades de una “cura”, por lo que el dramaturgo pone en duda el someterse a más de una decena de sesiones de quimioterapia, argumentando, en tono de broma, que no desea perder su cabello ni su imagen.

Acompañado por su madre, debe tomar decisiones importantes para los próximos meses de su vida, aunque él esté renuente de hacerlo y refute constantemente a su progenitora. En ese trajín, cae en manos del Dr. Eddé y su ayudante Eugenia, quienes son integrantes de uno de los mejores centros oncológicos de Francia, pero cuyas posturas son respecto a la práctica médica, pero, sobre todo, el fin de la vida, son poco comunes.

Por el contrario, ante casos como el de Benjamín, optan por ayudar a las personas y sus seres cercanos a comprender las complejidades de vivir la etapa terminal de una enfermedad y comprender el fin de la vida, a eliminar prejuicios con respecto a la muerte, y de cierta manera, a prepararse, sin que esto signifique el recurrir a una eutanasia o muerte asistida, sino más bien, a ser parte de un proceso en el que su desenlace no debe tener una connotación negativa.

Si bien la trama anterior podría vivir en muchos hospitales alrededor del mundo, es el eje central de la nueva película de la realizadora francesa Emannuelle Bercot, Mientras esté vivo, estelarizada por la legendaria actriz Catherine Denueve y Benoit Magamel, recién presentada en el Festival de Cannes, y que se podrá ver en México como parte del 25 Tour de Cine Francés, que arranca este fin de semana y culminará el próximo 17 de noviembre, en diferentes sedes a lo largo y ancho del país, para visitar Centroamérica del 2 al 8 de diciembre.

El filme está muy centrado en el trabajo desarrollado por el médico libanes Gabriel Sara, quien participa en la película, y que actualmente es parte de la plantilla de médicos del Hospital Monte Sinai de Nueva York, y quien “tiene un sistema de atención para pacientes terminales que consiste en rodear a los enfermos con momentos de amor y felicidad”, además de contar con múltiples reconocimientos por su trabajo científico y por su iniciativa de permitir que personas con cáncer, a través del arte, puedan expresar sus vivencias, de crear un método para impulsar la resiliencia entre quienes son parte del personal de salud y de promover las experiencias auditivas como parte de las estrategias de sanación para quienes viven con cáncer.

Trabajo que nos recuerda la postura del recién fallecido Federico Rebolledo Mota, quien impulsó la tanatología en los espacios médicos en nuestro país, así como las unidades de cuidados paliativos y de clínica del dolor, y propugno la urgencia de cambiar la visión cultural con respecto a la muerte para asumirla como parte del devenir mismo y permitir a quienes deben hacerle frente por cuestiones terminales, llevar a cabo un proceso en el que su despedida mundana sea satisfactoria.

Subdividida en las cuatro estaciones del año, la cinta combina las experiencias de Benjamín, el devenir emocional de quienes le rodean, las estrategias de cuidados paliativos, y en el trasfondo, una nueva forma de asumir y definir la vida, sustentada en argumentos bioéticos y en el respeto total de la autonomía de la persona.

Mientrás esté vivo se suma a la oferta filmográfica sobre el fin de la vida de manera voluntaria, y con un trasfondo de dignidad y plenitud, que se puede apreciar en otros trabajos como Las invasiones bárbaras (2003) del canadiense Denys Arcand; Mar adentro (2004) de Alejandro Amenábar  o  La fiesta de despedida (2014) del cineasta israelí Tal Granit.