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Comisión científica pide diferenciar 2 categorías: Obesidad clínica y preclínica

FOTO 1 Federación Mundial de Obesidad
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Escrito por Antimio Cruz

Mejoraría la atención médica

La manera como se diagnostica actualmente la obesidad, a partir del peso y el Índice de Masa Corporal (IMC) es limitada e ineficiente porque no ayuda a distinguir entre pacientes saludables y pacientes con enfermedades. Como resultado de esa mezcla involuntaria, las compañías aseguradoras y los sistemas de salud públicos retrasan la atención médica a muchas personas que la necesitan y, al mismo tiempo, se generan estigmas sobre otras personas cuyo cuerpo se desempeña correctamente.

La anterior fue la conclusión a la que llegó una comisión científica global, de 56 expertos, en un trabajo que ya ha sido respaldado por 75 organizaciones médicas y publicado el 14 de enero de 2025 en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology. Definition and diagnostic criteria of clinical obesity – The Lancet Diabetes & Endocrinology

Entre las conclusiones más importantes de este esfuerzo destaca la propuesta para adoptar y trabajar con dos nuevas clasificaciones: Obesidad preclínica y Obesidad Clínica. Para distinguir entre estos dos conjuntos de pacientes, los diagnósticos deberán basarse en otras medidas de exceso de grasa corporal, además del índice de masa corporal (IMC), a los que se deben sumar datos de signos y síntomas objetivos de mala salud a nivel individual.

“La evidencia muestra una realidad más compleja. Algunas personas con obesidad pueden mantener el funcionamiento normal de sus órganos y una salud general adecuada incluso a largo plazo, mientras que otras presentan signos y síntomas de una enfermedad grave de manera inmediata”, explicó en la revista The Lancet, el presidente de la comisión internacional de investigación, Francesco Rubino, del King’s College London, del Reino Unido.

En México, el doctor Ricardo Luna, Presidente Fundador y Miembro Honorario de la Sociedad Mexicana de Obesidad, destacó que México se encuentra entre los países con las tasas más altas de obesidad infantil a nivel mundial, y en la población adulta la prevalencia de obesidad también es significativamente elevada. “La obesidad, al igual que cualquier otra enfermedad, requiere de herramientas que permitan a los profesionales de la salud realizar un diagnóstico más preciso e individualizado”; detalló.

Hasta ahora, los médicos, aseguradoras y sistemas públicos de salud debaten si la obesidad debe ser considerada como enfermedad o como factor de riesgo. FOTO: Federación Mundial de Obesidad.

 Más Allá del IMC

La comisión internacional que realizó el estudio publicado en The Lancet no propone dejar de hacer la medición del Índice de Masa Corporal (IMC) a los pacientes, sino apoyarla con datos adicionales. Ellos reconocen que la medición del IMC es muy útil como primera herramienta para identificar a personas que podrían estar viviendo con obesidad, aunque no debe usarse como el dato final para un diagnóstico. En su lugar, proponen confirmar el exceso de masa grasa (obesidad) y su distribución en el cuerpo mediante uno de los siguientes métodos:

●        Al menos una medición del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura) además del IMC.

●        Al menos dos mediciones del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura), independientemente del IMC.

●        Medición directa de grasa corporal (por ejemplo, mediante un escaneo de densitometría ósea o DEXA), independientemente del IMC.

●        En personas con IMC muy elevado (por ejemplo, >40 Kg/m²), el exceso de grasa corporal puede asumirse de manera pragmática.

La propuesta publicada en The Lancet busca aclarar confuciones y controversias que retrasan los diagnósticos y atención médica. FOTO: Federación Mundial de Obesidad

Dos nuevas categorías: ‘clínica’ y ‘preclínica’

La Comisión científica propuso un nuevo modelo para el diagnóstico de obesidad basado en medidas objetivas de enfermedad a nivel individual.

Obesidad clínica se define como una condición de obesidad asociada con signos objetivos y/o síntomas de reducción de la función de los órganos, o una capacidad significativamente reducida para realizar actividades cotidianas estándar, como bañarse, vestirse, comer y mantener la continencia, debido directamente al exceso de grasa corporal. Las personas con obesidad clínica deben ser consideradas como pacientes con una enfermedad crónica activa y deben recibir un manejo y tratamiento adecuados.

●        La Comisión establece 18 criterios diagnósticos para obesidad clínica en adultos y 13 criterios específicos para niños y adolescentes, que incluyen:

●        Dificultad para respirar debido a los efectos de la obesidad en los pulmones

●        Falla cardíaca inducido por la obesidad

●        Dolor en las rodillas o caderas, con rigidez articular y reducción del rango de movimiento como efecto directo del exceso de grasa corporal sobre las articulaciones

●        Ciertas alteraciones en los huesos y las articulaciones en niños y adolescentes que limitan el movimiento

●        Otros signos y síntomas causados por la disfunción de otros órganos, incluyendo los riñones, las vías respiratorias superiores, los órganos metabólicos, el sistema nervioso, el sistema urinario y reproductivo, y el sistema linfático en las extremidades inferiores

La obesidad preclínica es una condición de obesidad con función orgánica normal. Las personas que viven con obesidad preclínica, por lo tanto, no tienen una enfermedad en curso, aunque tienen un riesgo variable pero generalmente elevado de desarrollar obesidad clínica y otras enfermedades no transmisibles (ENT) en el futuro, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades mentales, entre otras. Por lo tanto, deben recibir apoyo para reducir el riesgo de desarrollar posibles enfermedades.

Considerar la obesidad únicamente como un factor de riesgo, y nunca como una enfermedad, puede negar de manera injusta el acceso a atención médica oportuna a las personas que están experimentando problemas de salud debido a la obesidad por sí sola. Por otro lado, una definición general de la obesidad como una enfermedad puede resultar en un sobrediagnóstico y a un uso indebido de medicamentos y procedimientos quirúrgicos, con el potencial de causar daño al individuo y costos desmesurados para la sociedad.

El nuevo planteamiento reconoce la realidad matizada de la obesidad y permite una atención personalizada.

Acerca del autor

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Antimio Cruz

Antimio Cruz es periodista desde 1988. Escribe textos especializados en ciencia y salud. Ha sido reportero en los diarios Unomásuno, Reforma, El Universal, Milenio y La Crónica de Hoy. Ha ganado los premios de periodismo Walter Reuter, Conservación internacional, Conacyt, MSD, Grunenthal y Rostros de la discriminación. Es autor de la novela Descalza voy contigo, publicada por Tusquets editores.

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