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Experimentan científicos mexicanos con dispositivos que simulan órganos del cuerpo

Tecnología Organ on Chip_UNAM
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Escrito por Redacción

Tecnología Organ on Chips

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan experimentos para poder producir en México una nueva tecnología que ya se usa en otros países para probar medicamentos antes de que sean autorizados para pacientes.

La nueva tecnología en estudio se llama Organ on Chips (OoC) y es un sistema de cultivo celular diseñado para replicar las unidades funcionales fisiológicas y mecánicas de un órgano vivo en una estructura tridimensional. Un ejemplo de sus posibles aplicaciones es el estudio de secciones del cerebro, que es un órgano con alto número de neuronas. Para poder estudiar funciones o circuitos cerebrales en particular se pueden seleccionar áreas específicas de tejido y replicarlas en el aditamento OoC.

La investigadora de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, Alejandra Maruri Sánchez, informó esta semana que expertos del Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (LaNSBioDyT) de esa casa de estudios buscan desarrollar dispositivos OoC para poder estudiar mejor una barrera hematoencefálica en chip. Ese proyecto es liderado por Edda Lydia Sciutto Conde, investigadora del Instituto de investigaciones Biomédicas, y su doctorante Nicolás Pérez Osorio, y donde Maruri Sánchez ayuda al desarrollo de las plataformas microfluídicas, destinadas a indagar cómo llevar de manera más efectiva el medicamento que se requiere para su tratamiento.

Este trabajo en la Universidad Nacional se centra en la barrera hematoencefálica, un tejido que protege al cerebro de los patógenos y moléculas que están transitando en el torrente sanguíneo. Ello sucede gracias a la interacción de varias células: las endoteliales, pericitos y astrocitos. Es selectiva y permite el paso de algunos componentes como el dióxido de carbono, oxígeno, entre otros, describió.

Actualmente hay alta prevalencia de enfermedades cerebrales, por lo que estudiar cómo hacer más permeable esta membrana para que los fármacos lleguen al sitio de acción -el cerebro- es relevante, consideró la investigadora.

El órgano en un chip de barrera hematoencefálica tiene un compartimento superior y otro inferior. Entre esos canales hay un sitio de interacción que es importante porque se tiene una membrana porosa de colágeno que, aparte de darle estructura y soporte a las células, permite interacción entre estas, señaló Maruri Sánchez.

De acuerdo con la científica universitaria, este tipo de estudios buscan impactar en la medicina y salud global al favorecer el tratamiento personalizado.

Dispositivos de última generación

Alejandra Maruri detalló que desde hace menos de una década se comenzaron a desarrollar los OoC, los cuales son plataformas donde los investigadores y médicos podrían colocar las células del paciente para probar diferentes medicinas antes de recetarlas.

En estos logran replicar ambientes en vivo al imitar ciertas características de un órgano. Son transparentes, lo que ayuda para ver al microscopio qué ocurre con ellas, si van bien, cómo interactúan, etcétera. Además, son objetos versátiles y variados, puesto que se pueden diseñar dependiendo de lo que se quiera estudiar.

Por ello, estos dispositivos miniaturizados podrían evaluar la funcionalidad de nuevas sustancias antes de llevarlas a ensayos clínicos y revisar respuestas a terapias clínicas, terapias a toxinas, o a cualquier molécula, agregó Maruri Sánchez.

Lo ideal, dijo, sería que en un futuro para cada paciente se desarrollen órganos en chip interconectados para probar la eficacia de los medicamentos, dado que los humanos somos un sistema y no órganos aislados.

Lo anterior significa que, por ejemplo, si una persona toma un medicamento para el corazón, sería importante investigar si afecta a otros órganos como sus riñones. Por tanto, seguir desarrollando esta tecnología es relevante para la investigación clínica.

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