Uno de los problemas que actualmente preocupa más a madres y padres es el peligro de que sus hijas o hijos entren en contacto con personas mal intencionadas a través de internet. Este riesgo es real debido a que los menores de edad han aumentado su uso de tecnologías de la información y comunicación desde el confinamiento por la pandemia de COVID19.
Dentro de estos riesgos a la seguridad de las niñas y niños destaca el “grooming”, que es un proceso en el que un individuo construye una conexión emocional con un niño para ganarse su confianza con fines de abuso sexual o explotación.
Según datos de la Internet Watch Foundation (IWF), la aparición de imágenes de abuso sexual que involucran a niños en edad escolar primaria aumentó en un 1000% durante los confinamientos inducidos por la pandemia de COVID-19.
Las vías de contacto que usan los depredadores sexuales para entrar en contacto con menores de edad son principalmente redes sociales y jugos en línea.
Según la National Society for the Prevention of Cruelty to Children (NSPCC), las plataformas propiedad de Meta se utilizan en más de la mitad de los casos registrados de grooming en línea en el Reino Unido. Sin embargo, Snapchat también se usa con mucha frecuencia. Todas estas plataformas tienen cifrado de extremo a extremo en los mensajes entre dos personas, lo que significa que solo los participantes de la conversación pueden ver el contenido.
Consejos contra el acoso y abuso
La compañía de ciberseguridad ESET, que tiene actividades en 180 países, emitió una lista de consejos para que madres, padres y tutores puedan proteger a los niños delos peligros del “grooming”:
1. Comunicación abierta: Hablar con los y las niñas y fomentar un ambiente que promueva lacomunicación abierta y honesta, para que sientan que puede hablar sobre cualquier cosa sin serjuzgados.
2. Establecer límites: Implementar reglas sobre cuándo y cómo se puede usar internet. Establecer límites de tiempo y asegurarse de saber qué sitios está visitando el menor. Una buena práctica es que los más pequeños usen sus dispositivos en un área poblada del hogar para que siempre se pueda monitorear la actividad, sin ser demasiado invasivo.
3. Lecciones de privacidad: Explicar la importancia de no compartir información personal en línea. Una analogía puede ser: Cualquier cosa que no quisieras que tu abuela o abuelo viera, no debería ir en internet.
4. Fomentar hábitos saludables: Fomentar descansos regulares del tiempo frente a la pantalla y promover la actividad física y la interacción social cara a cara.
5. Revisar las calificaciones de edad: No todas las aplicaciones, juegos y sitios web son adecuados para todas las edades. Siempre revisar la calificación de edad antes de permitir su uso.
6. Enseñar a ser críticos: Enseñarles a los más pequeños a no creer todo lo que lee en línea. Animarlos a ser críticos y a verificar la información de fuentes confiables.
7. Monitorear su actividad: Acompañar regularmente la actividad en línea del menor. Esto no significa espiar, sino más bien, mostrar interés en lo que está haciendo y asegurarse de que está usando internet de manera responsable.
8. Dar el ejemplo: Los niños a menudo imitan el comportamiento de los adultos, así que asegurarse de estar demostrando un uso responsable. Mostrarles cómo se protege la información, el uso de contraseñas fuertes y evitar compartir demasiado en las redes sociales.
Los peligros que enfrentan los niños en línea pueden prevenirse y evitarse. A lo largo de los años se han generado diferentes iniciativas para acompañar a madres, padres y docentes en el cuidado de los niños en Internet con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital.
Algunas plataformas, como https://digipadres.com/, actualizan rápidamente las herramientas que pueden usar quienes tienen menores en casa para ayudar a lo más pequeños en el uso de las nuevas tecnologías. Es importante recordar siempre que internet puede ser una aliada muy valiosa para estimular el crecimiento de las niñas y niños, siempre y cuando cuenten con el acompañamiento de los familiares que más se preocupan por su bienestar. Un acompañamiento responsable e inteligente permitirá usar adecuadamente la red de redes sin limitar a las niñas y niños el acceso a esa fuente de información y aprendizaje.
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