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Automedicación, “aliada” principal del estreñimiento

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Escrito por Redacción

Mujeres y adultos mayores, quienes más lo padecen

“Acudí al médico cuando me sentía ya muy mal por una hemorroide”, nos relató “Paty”, a quien así llamaremos en su deseo de estar en el anonimato.

“Mi padecimiento fue desde una inflamación estomacal y no poder evacuar adecuadamente,  estando horas sentada en el baño, hasta incluso en tener miedo de comer alimentos que me estriñeran. En mi caso, se requirió de una cirugía por una hemorroide que se volvió muy molesta”, relató la paciente.

Una vez operada, “Paty” tuvo que acudir al nutriólogo para que le “enseñara a comer adecuadamente, cinco veces al día, y saber qué alimentos podía consumir sin que tuviera miedo de que me fueran a estreñir”. También aprendió “a tomar suficiente agua, la que mi cuerpo necesita, y así ya, mi alimentación fue cambiando, y por consiguiente, mejoró mucho mi digestión, puedo evacuar adecuadamente, y todo ha sido con base en mi alimentación, como la nutrióloga me ha enseñado”.

En México, existen 20 millones de personas que padecen de estreñimiento crónico, y son las mujeres y los adultos mayores, quienes más lo padecen. El 50% usa tratamientos laxantes, ya sean químicos o naturales, y sin receta médica. 

Es la automedicación que pone en riesgo de acostumbrar al sistema digestivo a depender de factores externos para un buen funcionamiento.  Algunas personas que sufren de constipación intestinal,  se debe a que su aparato digestivo se habitúa al uso de laxantes para estimular la defecación, y así comienza un círculo vicioso, comentó el especialista en inmunología clínica, el doctor Francisco Javier Murillo.

El estreñimiento podría ser un síntoma que alerte  la existencia de una enfermedad, pero en muchas ocasiones se debe al cambio de los hábitos higiénico-dietéticos cotidianos. Y es en estos casos, cuando el paciente puede recurrir ocasionalmente al uso de productos laxantes disponibles en el mercado como el docusato de sodio, acompañado de consejo médico  para mejorar los hábitos higiénico-dietéticos.

“El estreñimiento es una incapacidad para evacuar el contenido intestinal, o la ausencia de deposiciones, teniendo que realizar un esfuerzo excesivo o la sensación de evacuación incompleta, y frecuentemente se asocia a distensión del abdomen, acumulación de gases (meteorismo) e incluso a mal aliento y lengua blanquecina (lengua saburral)”, explicó el especialista,  Javier Murillo.

Dentro de las causas de estreñimiento, también se encuentra la alimentación baja en fibras naturales como frutas y verduras, además de que generalmente se exacerba por el sedentarismo. La falta de actividad física y una dieta rica en productos ultraprocesados, con alto contenido en azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas, tienen mayores factores de riesgo para sufrir de problemas intestinales, señaló la nutrióloga Clínica, Iris Portillo.

Uno de los aspectos que más afecta a los sujetos que padecen estreñimiento funcional es la calidad de vida en todas sus facetas cuando se compara con sujetos sanos. Se ha demostrado, por entrevista directa a los pacientes con Estreñimiento Funcional, que hasta el 80% refieren que esta condición afecta su estado de salud en general, en el 55% afecta su dieta, en el 41% interfiere con el apetito, el 35% reporta alteraciones del sueño y hasta el 32% ve afectado su desempeño laboral, indicó la experta en nutrición, Iris Portillo.

“El estreñimiento puede complicarse si no se atiende o cuando éste es frecuente se llegan a normalizar los síntomas, y ya no se hace caso en acudir al médico. Puede generar hemorroides, y los pacientes llegan a NO defecar  e incluso se pueden paralizar los intestinos, puede haber sangrados, y el paciente puede llegar hasta la intervención quirúrgica, lo que afectaría su vida familiar y laboral, señaló la nutrióloga, especialista en atención nutricional, Viridiana Ruiz Suárez.

El estreñimiento se puede evitar o tratar al consumir al menos 25 gramos de fibra dietética (soluble e insoluble) al día. Tomar mínimo 2 litros de agua, y por lo menos tener 30 minutos de actividad física al día.

Una alimentación balanceada, alta en fibra soluble y moderada en fibra insoluble, la cantidad de agua necesaria para cada persona, y actividad física, ayudan a evitar el estreñimiento. Si el estreñimiento es crónico o muy frecuente, es necesaria la ayuda de medicamentos, más una alimentación adecuada, señaló la nutrióloga Ruiz Suárez.

Es importante destacar que cuando tenemos problemas de estreñimiento, el tratamiento nunca será con fibra insoluble, ya que esto empeorará el cuadro. Siempre se debe comenzar con consumir fibra insoluble, ésta la contienen alimentos como, vegetales cocidos, chía, nopales, avena, fruta sin cáscara, entre otros. Y evitar el consumo de lácteos, leguminosas, alimentos muy calóricos y  azúcares, puntualizó la especialista.

Recomendaciones para evitar estreñimiento funcional

•        Incluir verduras y frutas, de preferencia, crudas y de temporada en nuestra alimentación diaria y que sea de manera gradual, esto nos ayudará a tratar y prevenir problemas de estreñimiento, ya que son ricas en fibra dietética, vitamina y minerales.

•        Incluir cereales integrales como salvado de trigo, pasta, arroz, semillas de linaza, chía, recuerda que para que la fibra realice su función en intestino grueso, requiere de hidratación (agua simple).

•        Consumir carnes magras, leche y quesos bajos en grasa, leguminosas, mejora nuestra digestión.

•        Disminuir el consumo de sal y azúcares simples agregados.

•        Disminuir el consumo de grasas saturadas y trans (presentes en
productos ultra procesados como refrescos, hamburguesas
comerciales, pastelitos empaquetados, embutidos, etc.).

•        Tener una hidratación adecuada, principalmente de agua simple de
1.5- 3 litros depende de nuestra actividad física. El consumo de líquidos
que sea de preferencia agua simple, caldos, aguas de frutas o verduras e
infusiones. No refrescos gaseosos, jugos incluyendo los naturales y
envasados.

•        Realizar una actividad física de manera frecuente 3-4 veces a la
semana, desde caminatas, subir escaleras hasta practicar algún deporte
favorece los movimientos intestinales y con ello mejora la defecación.

•        Hacer caso al llamado de deseo de defecación.

•        Realizar rutina de defección de preferencia por las mañanas o después
de consumo de alimento, aprovechando el inicio de movimiento del
sistema digestivo. Podemos ayudar con postura facilitadora.

•        Disminuir el consumo de alcohol y tabaco.

•        Una alimentación saludable es importante para el buen
funcionamiento de nuestro cuerpo. Recomendación de OMS.

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