Sexualidad

Diagnóstico oportuno, uno de los retos frente al VIH

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Escrito por Leonardo Bastida

Pandemia de Covid-19, evidencia pendientes

La pandemia por Covid19 ha acarreado múltiples retos en diferentes áreas, entre ellas, la respuesta al VIH. En julio pasado, la Sociedad Internacional de Sida (IAS por sus siglas en inglés) dio a conocer algunos datos en los que se reflejaba el impacto de la emergencia sanitaria en la atención y la prevención del virus de inmunodeficiencia humana.

Entre estos datos destacaba que en 85 por ciento de todos los países del mundo se habían presentado problemas de funcionamiento y de disponibilidad de insumos en los programas de VIH. Como parte de las problemáticas documentadas destacaban la interrupción de los servicios y las barreras clínicas para poder acceder a servicios clínicos, medicamentos y apoyo psicológico. En el caso de América Latina, alrededor de 70 por ciento de las personas que viven con VIH no contaban con el suministro suficiente de medicamentos antirretrovirales y 37 por ciento no tenía la garantía de acceder a servicios de atención especializados.

Otro de los problemas detectados es que se ha exacerbado el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con VIH debido a que muchas leyes que les criminalizan y sancionan por posible transmisión de “una enfermedad” están siendo aplicadas para casos de Covid19.

Asimismo, las cadenas de abasto están resultando insuficientes para satisfacer las demandas de medicamentos e insumos de prevención y atención al VIH.

Ante los retos detectados, con motivo del Día Mundial de Respuesta al VIH, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida emitió el informe “Venciendo las pandemias con las personas en el centro de la respuesta” para dar a conocer que aún hay varios pendientes por subsanar en materia de políticas públicas específicas para la prevención, tratamiento y atención del VIH, entre ellos, lograr que más personas conozcan si son o no VIH positivas, que tomen su medicamento desde el momento en que son detectadas y que alcance una carga viral indetectable, es decir, que la presencia del virus en su organismo sea casi nula hasta que no sea posible transmitírselo a otra persona.

Para subsanar los retos,  se ha propuesto lograr que para 2025, a escala global, 95 por ciento de las personas con VIH conozca su estatus serológico; 95 por ciento de quienes conozcan su estatus hayan comenzado a tomar terapia antirretroviral, y 95 por ciento de quienes tomen tratamiento alcancen a suprimir su carga viral.

Por primera vez en la historia de la pandemia de VIH, se incluyeron a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la agenda para establecer que haya una cobertura de 95 por ciento de servicios de salud para prevenir la transmisión perinatal y que 95 por ciento de las mujeres que viven con VIH tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.

Además de que 95 por ciento de las personas puedan acceder a métodos de prevención combinada para evitar nuevas infecciones y 90 por ciento de las personas que viven con VIH o sean integrantes de población de alto riesgo puedan acceder a servicios de salud adecuados.

Otro aspecto novedoso es que se propusieron metas en materia de derechos humanos y de violencia al hacer un llamado para que menos de 10 por ciento de los países del mundo tengan leyes y políticas que criminalicen a las personas que viven con VIH; menos de 10 por ciento de las personas con VIH se enfrenten a un acto de discriminación o de estigmatización en su contra por su condición de salud, y menos de 10 por ciento de quienes han sido detectados con VIH experimenten actos de violencia o de desigualdad motivados por su género.

Acerca del autor

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Leonardo Bastida

@leonardobastida

Tejedor de historias y cronista de las realidades desde hace más de una década. Etnohistoriador de formación, apasionado por el cine, la literatura y las buenas charlas, investigo y documento vulneraciones a derechos humanos por cuestiones de género, diversidad sexual, VIH/Sida, entre otras causales. Por investigaciones periodísticas sobre tecnología mexicana aplicada al tratamiento del VIH y la ruta seguida por las mujeres del Estado de México para lograr la declaratoria de la alerta de género, obtuve los premios Nacional de Periodismo, otorgado por el Club de Periodistas, y el José Pagés Llergo.

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