Sexualidad

Ciencia da herramientas nuevas para tratar VIH

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Escrito por Leonardo Bastida

Pasó de no tener cura, a una buena calidad de vida

De ser una condición de salud para la que no había cura a lo largo de la década de los 80,  el VIH ha pasado a contar con los más innovadores tratamientos farmacológicos existentes en la historia de la humanidad que han logrado la contención en el organismo humano de uno de los virus más complejos y difíciles de erradicar.

Lejanos parecen aquellos días en que una persona diagnosticada VIH positiva tenía que tomar decenas de pastillas al día para poder mantener un estado de salud óptimo, o más lejano aún, cuando se le brindaba tratamiento para poder sobrevivir unos meses más, mejorando de manera parcial su condición.

Al paso de los años, los medicamentos antirretrovirales han permitido que quienes viven con VIH mantengan un estado de salud óptimo por varios años, incluso décadas, y que la presencia del virus en su cuerpo sea tan mínima, que ya no puedan transmitírselo a otra persona. De ahí la relevancia de incentivar la toma de la terapia antiviral de manera temprana para que la persona alcance la indetectabilidad, es decir, reduzca la cantidad de células con el VIH a un grado casi imperceptible.

También sirven para que quienes pertenezcan a aquellos grupos de la población en los que se sabe que hay altas probabilidades de infectarse del virus, se protejan mediante el consumo de esquemas profilácticos preventivos que ayudan al cuerpo humano a desechar al VIH antes de que pueda incorporarse al mismo y replicarse.

Uno de los factores que ha propiciado el éxito de este grupo de fármacos es la adherencia a los mismos, es decir, la regularidad con la que una persona los ingiere. Así, el mayor reto para los grupos de investigación clínica enfocada al VIH ha sido reducir el número de pastillas y de tomas al día de los medicamentos. El avance ha sido tal que hoy en día es posible sólo tomar una pastilla al día para cumplir con el tratamiento.

Sin embargo, los avances científicos apuntan a que es posible la existencia de fármacos antirretrovirales que sólo sean suministrados una vez a la semana o al mes. En la pasada edición del Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica del VIH se dio a conocer que la combinación inyectable de cabotegravir/rilpivirina dio resultados positivos al lograrse que 90 por ciento de las personas que participan en el estudio FLAIR, enfocado a medir la eficacia y seguridad de los fármacos, hayan registrado una carga viral indetectable a menos de dos años de haber iniciado el tratamiento.

Un análisis sobre el costo – eficacia de este nuevo medicamento, el primer antirretroviral inyectable en la historia, reveló que su utilización debe representar un ahorro a los sistemas de salud; un aumento en la esperanza de vida de las personas con VIH y una reducción de nuevas infecciones.

Durante el evento celebrado de manera virtual desde Glasgow, Escocia, se presentaron las terapias antirretrovirales orales semanales. La primera de ellas, MK-8507 que logró mantener su presencia en el cuerpo por más de una semana, evitando que se replicaran las células de VIH en el mismo. Y la segunda, islatrivir, que en conjunto con doravirina, arrojó resultados en los que quienes se han sometido a las pruebas de investigación han registrado niveles de indetectabilidad en menos de dos años.

De este último fármaco, debido a lo sólido de sus resultados, se espera, que en próximas fechas, pueda desarrollarse un implante en el que esté contenido y la persona lo pueda utilizar por un año o más sin tomar otro tipo de terapia antiviral.

Acerca del autor

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Leonardo Bastida

@leonardobastida

Tejedor de historias y cronista de las realidades desde hace más de una década. Etnohistoriador de formación, apasionado por el cine, la literatura y las buenas charlas, investigo y documento vulneraciones a derechos humanos por cuestiones de género, diversidad sexual, VIH/Sida, entre otras causales. Por investigaciones periodísticas sobre tecnología mexicana aplicada al tratamiento del VIH y la ruta seguida por las mujeres del Estado de México para lograr la declaratoria de la alerta de género, obtuve los premios Nacional de Periodismo, otorgado por el Club de Periodistas, y el José Pagés Llergo.

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