Decenas de enfermeras con pancartas que le exigen al gobierno de la ciudad de Nueva York el abastecimiento de los insumos necesarios para poder continuar apoyando a las estrategias de respuesta a la pandemia de Covid 19 fue la imagen que captó la atención de millones de personas alrededor del mundo.
Los sucesos ocurrieron en la banqueta del Hospital Harlem, al norte de Manhattan, donde se congregaron integrantes del personal de salud, en su mayoría de enfermería, de distintos hospitales de la urbe neoyorquina para externar sus preocupaciones, entre ellas, la falta de batas, y mascarillas.
Todas respetaban la distancia de dos metros entre ellas y portaban cubrebocas. Algunas que hablaron con la prensa comentaron que esta falta de equipamiento en los hospitales públicos de la Gran Manzana, el lugar del mundo con mayor número de casos del nuevo coronavirus en todo el planeta, provoca que se expongan al virus de manera innecesaria, cuando dicha situación se podría prevenir.
Una de ellas señaló que todos los días están viendo a gente morir y no cuentan con los recursos materiales y humanos para hacer frente a la situación. Por ejemplo, refirió otra de las enfermeras participantes en la protesta, no es tan fácil encontrar una mascarilla o utilizar una bata limpia diaria. La situación es tal que han tenido que comprar, con su propio dinero, mascarillas, guantes y batas, por que en los centros de salud no se les están proporcionando.
Las protestas se dieron en la víspera del Día Mundial de la Salud (7 de abril), que este año está enfocado a resaltar la importancia del trabajo del personal de enfermería y de quienes ejercen la partería. Como parte de las reflexiones motivadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se destaca que “los enfermeros y enfermeras y todos los equipos de salud están en la primera fila de la lucha global para frenar la propagación de la Covid-19”.
Sin embargo, escenas como las de Nueva York se han repetido en múltiples ciudades alrededor del mundo, entre ellas, la ciudad de México y otras de la República Mexicana, donde se ha reclamado la falta de insumos básicos como cubrebocas, mascarillas, guantes, gel antibacterial y alcohol.
Como parte de la conmemoración de la efeméride se dio a conocer el informe Situación de la enfermería en el mundo 2020: invertir en educación, empleo y liderazgo, elaborado por la OMS, en el cual se devela que la enfermería aún es una profesión asignada socialmente a las mujeres, pues 90 por ciento de quienes la ejercen en el mundo son integrantes del sector poblacional femenino.
Datos recabados en más de 190 países indican que en el mundo hay 27.9 millones de personas que se dedican a la enfermería, de las cuales 19.3 millones son enfermeras y enfermeros profesionales, seis millones son auxiliares de enfermería y 2.6 millones no se clasifican en ninguno de los dos grupos mencionados.
El personal de enfermería representa el 59 por ciento de los profesionales de la salud de todo el planeta, sin embargo, 80 por ciento de los profesionales de la enfermería se encuentran en países que suman la mitad de la población mundial mientras que en países de ingresos bajos y medianos-bajos hay un déficit de 5.3 millones de profesionales de enfermería.
Para subsanar el déficit, se requeriría incrementar la media de graduaciones en enfermería en un ocho por ciento anual y garantizar su acceso a fuentes de empleo. A través del cruce informativo de datos, se observó que el personal de enfermería especializado puede mejorar el acceso a la atención primaria de salud en las comunidades rurales y subsanar las disparidades en el acceso a la atención para las poblaciones vulnerables en los entornos urbanos.
De acuerdo con el informe, el personal de enfermería es más necesario que nunca ante el actual brote de Covid-19 y los desplazamientos masivos de población a causa de conflictos armados alrededor del mundo. Por esa razón, resulta insoslayable que no puedan contar con los insumos necesarios para el desarrollo de su trabajo; que se violenten sus derechos laborales, como ya varias veces se ha denunciado; que muchas enfermeras enfrenten situaciones de violencias en sus espacios de trabajos; que haya techos de cristal para las profesionales de la enfermería, representantes de 90 por ciento del gremio, y los altos puestos se dejen al 10 por ciento restante, los enfermeros, y que actualmente sean víctimas de estigma y discriminación debido a su profesión por parte de algunos sectores de la población debido a que se les cuestiona por estar en contacto directo con personas que han adquirido el Covid 19.
El documento señala que invertir en el personal de enfermería contribuirá no solo al logro de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sustentable relacionados con la salud, sino también a las metas relacionadas con la educación, la igualdad de género, el trabajo digno y el crecimiento económico. A propósito de esta oleada de agresiones a personal de salud, entre ellos profesionales de la enfermería, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación ha hecho un exhorto para evitar la situación y ha recordado a la sociedad que su labor es vital, pues “el personal médico y de enfermería puede ser quien salve nuestras vidas o la de nuestros familiares”.
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