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Es real: la contaminación afecta al bebé desde el vientre

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Escrito por Redacción

Lo comprueba investigación de la UNAM

Un estudio realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México comprobó que el vientre materno y la placenta no pueden proteger a los bebés de la exposición a partículas contaminantes PM2.5 (2.5 micras), dejando evidencia de que ellos reciben el impacto de la contaminación desde el vientre, incluso de manera más intensa que sus madres.

María Eugenia Gonsebatt Bonaparte, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) explicó que la investigación –publicada en la revista Environmental and Molecular Mutagenesis– encontró en sangre del cordón umbilical de recién nacidos moléculas (aductos y micronúcleos) que han sido relacionadas con el desarrollo de mutaciones celulares y, potencialmente, cáncer.

“Esto implica un riesgo a la salud que es importante vigilar a largo plazo, pues pueden ver afectado su desarrollo pulmonar o sufrir otras enfermedades”, dijo la especialista.

En el estudio, según se explica, se vinculó el incremento de esos biomarcadores indicadores de daño con el aumento de partículas contaminantes, lo que genera preocupación debido a los altos índices de contaminación en la Ciudad de México.

Debido a su tamaño, las PM 2.5 entran al torrente sanguíneo y distribuyen por todo el cuerpo los elementos que las conforman. Algunos de estos compuestos se unen al ADN y generan aductos, que inducen alteraciones asociadas a enfermedades respiratorias y mutaciones celulares, potencialmente carcinógenas, remarcó la experta en genética y medio ambiente.

Descubrir el aumento de aductos y micronúcleos en la población, y comprobar su asociación con las partículas contaminantes, sugiere que los recién nacidos expuestos tienen mayor riesgo de padecer problemas de salud a futuro, que aquellos que no lo están, abundó la científica del Programa de Salud y Ambiente, integrado por investigadores del IIBm para analizar el impacto que tienen en la salud los agentes tóxicos ambientales.

En una colaboración con médicos y pacientes del Instituto Mexicano Seguro Social y del Centro de Investigación Materno Infantil (CIMIGEN), y con Patricia Ostrosky, del IIBm, Gonsebatt y su equipo colectaron muestras de sangre del cordón umbilical de 200 recién nacidos y sus madres, en el norte de la Ciudad de México y la alcaldía de Iztapalapa.

Las muestras fueron tomadas entre 2014 y 2015; entonces los niveles más altos de PM2.5 eran de 20 a 30 microgramos por metro cúbico. Hay que aclarar que en la pasada contingencia ambiental los niveles alcanzaron 160 microgramos por metro cúbico.

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