Desde hace más de una década, el consumo de drogas en el país tiende a una disminución en la edad de inicio, el aumento del consumo entre adolescentes y una importante incursión de las mujeres, sobre todo las jóvenes, se dijo en el desarrollo del foro “Del prohibicionismo a la reducción de daños en el uso social de drogas”.
Además, se planteó la urgencia del diseño e implementación de políticas públicas donde no se criminalice al usuario, se respeten sus derechos humanos e incluso exista un mercado regulado de las drogas, que deberán ser establecidas con claridad desde importantes modificaciones jurídicas desde el Congreso.
Organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa (UAM-I) y la alcaldía de Iztapalapa, en el marco del Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, el foro, donde participan autoridades capitalinas, académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil que trabajan el tema, se hace un balance de los compromisos asumidos por México en las recomendaciones de Naciones Unidas en materia de estrategias contra el problema mundial de las drogas.
Tanto en la inauguración como en las primeras mesas se ha expresado que México no presenta un panorama muy alentador en varios temas, entre ellos la reducción de la oferta y la demanda de drogas, mejorar el acceso de medicamentos controlados y restringir su desvío al mercado ilegal, respeto a los derechos humanos de todas las personas que se ven involucradas en este proceso de oferta-demanda, e intervenir con poblaciones expuestas a situaciones de alta vulnerabilidad, principalmente jóvenes.
Sin embargo, se han expresado expectativas de alguna modificación en la política de criminalización que se ha seguido hasta ahora, y se consolide una política pública que se fundamente en el desarrollo social y económico, así como de respeto a los derechos humanos.
Alfredo Nateras Domínguez, profesor e investigador de la UAM-I; María Beatriz López López, de la alcaldía de Iztapalapa, y Mariana Sevilla, de Reverdecer Colectivo, destacaron la campaña “Apoye, no castigue”, impulsada por diversas organizaciones y colectivos para alentar la no criminalización de las personas usuarias de drogas.
En la primera de las ponencias, Zara Snapp, directora del Instituto RIA, tras dar una presentación de diversas gráficas que muestran el fracaso de la política prohibicionista, dijo que México tiene la oportunidad de cambiar el paradigma y su forma de pensar, donde en lugar de ver el tema de los cultivos de cannabis (y amapola) como algo negativo y hasta como un delito, poder verlo como una oportunidad de desarrollo económico en las zonas rurales del país.
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