Los sonidos nos ponen en contacto con el mundo: nos alertan de peligros; nos informan en qué lugar estamos; nos permiten disfrutar experiencias estéticas con la música y el canto, y nos permiten profundizar en la comprensión de las personas y el universo, a través de la palabra y el diálogo.
Es por esto que, desde hace más de un siglo, los especialistas en tecnología biomédica han trabajado para contar con instrumentos y prótesis que sanen el sentido del oído de personas que nacieron sin poder escuchar y de personas que, después de haber escuchado en alguna etapa de la vida, dejaron de oír por un accidente, infección o por deterioro de la vida. Así fue como nacieron, a fines del siglo XX los Implantes cocleares.
En 1977, una compañía de Austria, llamada MED-EL, anunció que había realizado, con éxito la primera cirugía para colocar un Implante coclear. Se trata de un dispositivo electrónico que sustituye la función del oído interno dañado y proporcionan una nueva posibilidad para aquellas personas con sordera, permitiéndoles percibir y entender los sonidos a través de pequeñas corrientes eléctricas que estimulan el nervio auditivo y transmiten señales al cerebro.

Cirugías en México
En México, alrededor de 46 mil niños viven con discapacidad auditiva, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Rehabilitación, 400 de estos niños requieren cada año un implante coclear. Estos dispositivos además de mejorar la calidad de vida también favorecen el desarrollo del lenguaje y facilitan una comunicación más fluida con su entorno.
La hipoacusia puede deberse a diversas causas que afectan uno o ambos oídos, de manera parcial o total, por lo que cada caso es diferente. Existen dos tipos principales:
- Congénita: que se presenta desde el nacimiento, ya sea por causas genéticas o factores relacionados con el parto.
- Adquirida: que puede ocurrir a cualquier edad, por ejemplo, debido a enfermedades, lesiones, envejecimiento, medicamentos ototóxicos, exposición a ruidos fuertes, entre otros.
“Detectar a tiempo la pérdida auditiva es clave para garantizar un tratamiento adecuado. Acudir a un especialista ante los primeros signos puede marcar una gran diferencia en la comunicación y calidad de vida del paciente. Gracias a dispositivos auditivos avanzados, como los implantes cocleares de tecnología austriaca, es posible recuperar la audición y redescubrir el mundo del sonido. Con el acompañamiento de profesionales y el apoyo de la familia, esta innovación representa un cambio radical, al ser actualmente la única solución capaz de reemplazar el sentido de la audición”, explicó en México el doctor Fernando Díaz, Médico y gerente de MED-EL.
Siete décadas de avances.
La historia del desarrollo tecnológico para devolver a las personas el sentido del oído ha tenido sus avances más importantes en las últimas siete décadas:
1957 fue un año crucial, ya que los médicos André Djourno y Charles Eyriès realizaron la primera estimulación eléctrica del nervio auditivo en un paciente. Este procedimiento pionero sentó las bases para el desarrollo de los implantes cocleares. Por lo tanto, 1957 marca el inicio de la era de los implantes cocleares.
Pero el gran salto ocurrió el 25 de febrero de 1977, cuando la doctora Ingeborg Hochmair y el doctor Erwin Hochmair, fundadores de MED-EL, desarrollaron y colocaron el primer implante coclear microelectrónico multicanal. Este avance representó un gran paso adelante en la tecnología de implantes cocleares.
Este hito, de 1977, representa la primera operación de colocación de Implante Coclear de la compañía MED-EL, y cada 25 de febrero se conmemora el Día Internacional del Implante coclear.
La tecnología auditiva permite a las personas con sordera disfrutar de una vida llena de sonidos, desde conversaciones comunes, hasta la música y la naturaleza. Una detección temprana y un acompañamiento médico adecuado son fundamentales para un tratamiento exitoso en cada tipo de caso. Estos avances ofrecen una oportunidad tanto para quienes nunca han oído como para aquellos que desean volver a escuchar.
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