Enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión dañan paulatinamente a los riñones hasta hacerles perder su capacidad para filtrar sangre, regular la presión arterial, producir hormonas y reabsorber nutrientes. La enfermedad renal crónica afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población mundial y se prevé que este número aumente por la pandemia de SARS-CoV-2.
En México el número de procedimientos de trasplante renal efectuado en 2023 sumó tres mil 082 cirugías, pero todavía hay un gran rezago, pues más de 16 mil pacientes están en lista de espera. Además, la mayoría de las mujeres y hombres con enfermedad renal crónica en México no están incluidos en la lista de espera para recibir un órgano donado, de acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA 2024).
En 2023 existían 424 centros en la materia autorizados, con personal médico con entrenamiento formal en trasplantes en el país o en el extranjero, pero en un número considerable de estos lugares los realizan mediante grupos de cirujanos y cirujanas itinerantes que laboran en distintas dependencias de manera simultánea, en menoscabo de la atención óptima a las y los pacientes.
Otro grave problema es la absoluta necesidad de contar con mayor número de especialistas entrenados en la procuración de órganos procedentes de personas donantes fallecidas. La tasa de este tipo de donación en México es apenas de tres personas por millón, siendo de las más bajas a nivel internacional.

Acciones de la UNAM
Frente a esta problemática, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aprobó este 30 de enero de 2025, por unanimidad, crear el Plan y Programas de Estudio de la Especialización en Trasplante Renal, así como el grado académico correspondiente.
El objetivo de la UNAM es formar médicas y médicos capaces de desarrollar una práctica profesional de alta calidad científica, con profundo sentido humanista y vocación social de servicio, que integren el trabajo de atención médica, las actividades de investigación y educación.
Con su implementación también se modifica el Plan Único de Especializaciones Médicas, el cual establece que se trata de obtener personal competente y suficiente para atender la creciente demanda social de atención a la salud, debido al incremento poblacional, a la transición epidemiológica y a las aspiraciones sociales cada vez más elevadas de recibir servicios de calidad, a la par del progreso de la tecnología de la salud.
El Proyecto de Modificación del Plan Único de Especializaciones Médicas señala que se impartirá en el sistema escolarizado, en la modalidad presencial, y tendrá duración de dos años, en los que el alumnado deberá cubrir 462 créditos correspondientes a ocho actividades académicas de carácter obligatorio.
El ingreso es de “entrada indirecta”, a través de la selección del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas; las personas aspirantes deberán contar con título y cédula profesional de la Licenciatura de Médico(a) Cirujano(a) o su equivalente y con estudios previos en Cirugía General, Urología o Cirugía Pediátrica.
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