Los estudiantes contraatacan. Si algo ha dejado la pandemia en Italia ha sido la reorganización de las bases. Desde que terminó el primer confinamiento, que si alguien no lo recuerda, fue el más duro de cualquier país de occidente, diversos sectores comenzaron a manifestarse, pues desde ese momento se vio quiénes iban a tener problemas y quiénes, más o menos, podrían librarla.
Empleados del gobierno o de las grandes empresas con contratos en regla han podido sobrellevar la situación, como lo han podido hacer los jubilados, quienes bien o mal, siguen recibiendo su cheque cada mes.Sin embargo, para quienes se dedican (ban) al turismo, a la industria restaurantera, al espectáculo, a la cultura, o aquellos que se consideran (ban) “libres profesionistas”, el panorama en pocos meses se volvió desastrozo.Por eso, desde mediados de mayo cuando en Italia entramos a la Fase 3, las protestas no han parado.
Restauranteros, peluqueros, teatreros… de todo un poco pero constante porque, digámoslo, las ayudas que Italia (Conte) promete para su clase trabajadora, pues no depende sólo de Italia, sino de los recursos que suelten los grandes capitales, en este caso, la Unión Europea que se la ha pasado dando largas y largas.
Hace exactamente un año, en China se registró el primer contagio de esto que puso de cabeza al mundo. Un señor de 55 años de Hubei, en la región de Wuhan comenzó con todos los síntomas de un virus que después sería bautizado como Sars-Cov.2. Sin embargo, ese hecho sigue siendo aún un misterio, primero porque, según los virólogos, dar con el origen de un virus es dificilísimo y segundo porque tampoco queda claro todo lo que los chinos habían pasado cuándo en realidad informaron.
El chiste es que aquí estamos a días de que se cumplan 9 meses de que estalló la emergencia sanitaria en Italia y desde entonces hospitales y escuelas se convirtieron en un símbolo de las deficiencias de un sistema que por años no invirtió ni en salud ni en educación pública y que ahora paga las consecuencias.
En estos meses se han muerto en Italia casi 200 médicos y otros 20 mil se han contagiado de covid-19. Y si ya en los hospitales estaban al colapso, ahora también lo están en los consultorios de medicina familiar donde también ahí ya no pueden más.
Hoy, por ejemplo, los números dicen que hubo 32 mil 191 nuevos contagios y 731 muertos, casi la cantidad que se registraba a inicios de abril cuando en Italia ya se había alcanzado el pico (27 de marzo con 969 muertos en un solo día) y donde por supuesto, sigue siendo Lombardía la región con peores cuentas.
Pero otro grave problema han sido las escuelas. Que desde el nivel secundaria ya han vuelto a cerrar y la pregunta que se hacen los estudiantes es cuánto tiempo deberá pasar para volver a clases presenciales.
Si bien, en esta nueva etapa la mayoría de los niños (preescolar y primaria) han sido privilegiados porque han podido regresar a las aulas, no ha sido así para los adolescentes y los jóvenes a quienes siguen manteniendo en casa con la famosa Didáctica a Distancia.
Los últimos días se han multiplicado las iniciativas por todo el país de chicas y chicos que han acudido afuera de sus propias escuelas para tomar clases a manera de protesta.
En algunas ciudades también se han unido algunos maestros, pues les resulta ya insostenible que no puedan tomar clases en presencia cuando las escuelas se han demostrado lugares seguros para los estudiantes.
Ayer, un grupo de jóvenes fue a manifestarse afuera del parlamento italiano para exigir que, de todos los recursos de los que últimamente habla el gobierno, se privilegie a la escuela pública.
Con máscaras de algunos de los políticos más visibles en este país, los estudiantes se plantaron frente al parlamento para exigir que los fondos europeos también se utilicen para hacerlos regresar a las aulas, que en nueve meses apenas y han pisado con todo lo que ello implica.
La foto de hoy es de los estudiantes afuera de Montecitorio (el parlamento italiano) con las máscaras de los senadores Matteo Salvini, Matteo Renzi, Luigi di Maio, Giorgia Meloni y de la ministra de la Instrucción, Lucia Azzolina, entre otros.
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