Confieso que nunca había visto la Casa de Papel. Cuando se estrenó lo único que quería hacer era dormir y no pensaba cambiar la programación en mi propia casa si eran Spiderman y los Avengers los únicos seres en este planeta que me ayudaban a manetener a mis hijos de vez en cuando tranquilos.
Así que cuando una querida amiga me invitó a ver por zoom “La casa de papel… de baño”, me intrigó saber el por qué los personajes se llamaban Tepito, Jalostitlán, Pénjamo y Chikindzonot y además eran comandadas por una “profesora” que más que organizar, desorganiza a la banda en un México, que en pleno pico de la pandemia, recluta a cuatro ladronas para realizar “el robo del siglo”.
Es curioso, pero antes de la pandemia el tema en mi país se había logrado centrar en el feminismo. La marcha de las mujeres aquel 8 de marzo (cuando en Italia ni siquiera se pudo imaginar por los tantísimos contagios de coronavirus), fue impresionante. Mujeres que salían de cada rincón para exigir, otra vez, un alto a los feminicidios.
Después, como en muchas partes del mundo, los alcanzó la pandemia y en México, el tema sobre la violencia contra las mujeres quedó improvisamente interrumpido, a pesar de que ésta no se ha detenido. Pero entre las cosas curiosas (llamémoslas así) que se descubrieron al inicio, fue que la gente le daba un especial valor al papel de baño.
Yo ya había pasado por las compras de pánico y créanme, con lo que arrasaron los italianos, fue con pasta en todas sus variedades. De hecho, un chiste de la época fue que lo que habíamos aprendido de esto,” era que las plumas lisas, hacían cagar” en el sentido que a nadie le gustaban.
En cambio en México, con lo que arrasaron fue con el papel de baño y ahora que las Reinas Chulas estrenaron esta obra, estuve platicando con una de sus protagonistas, la genial Nora Huerta quien le hace ahora de Tepito y reconoce que a ellas también les intrigaba este hecho.
“Durante los primeros días vimos a un montón de gente agandallándose y apañando el papel de baño y nuestra conclusión ha sido que es porque en México la cagan todo el tiempo y la van a seguir cagando”.
Si no me creen, volteen a ver a su alrededor y sobre todo, háganle un favor al teatro de Cabaret que en esta pandemia también se ha renovado y ahora, en esta nueva normalidad, lo pueden ver desde la comodidad de su casa. Con Las Reinas Chulas, tienen asegurada la diversión y ya las reflexiones a las que lleguen son ganancia. Ellas están a través de lo que inauguraron como “Cabarezoom”, todos los sábados.
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