Investigación muestra que los juguetes hechos con plásticos negros reciclados representan una amenaza grave para la salud
GOTEMBURGO, Suecia. Un equipo de investigadores de Arnika, BioDetection Systems, y la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN, por sus siglas en inglés) determinaron que los juguetes manufacturados con plástico negro -frecuentemente derivado de plásticos de desechos electrónicos reciclados- contienen sustancias químicas retardantes de llama, por lo que son tóxicos para las células humanas.
El estudio revela que los niños que se llevan a la boca juguetes manufacturados con este tipo de plástico corren el riesgo de sufrir efectos peligrosos sobre su salud. Es el primer estudio que ha logrado establecer los efectos tóxicos sobre las células humanas de los juguetes de plástico hechos con plásticos reciclados.
Los investigadores analizaron juguetes y partes de juguetes manufacturados con plástico negro adquirido en Argentina, Alemania, República Checa, India, Nigeria y Portugal. Este plástico muchas veces se origina de plásticos de desechos electrónicos altamente tóxicos que contienen sustancias químicas tóxicas de retardantes de llama bromados. Los investigadores hallaron niveles peligrosamente elevados de retardantes de llama y de dioxinas en los juguetes, en concentraciones comparables a las de los desechos peligrosos.
Los investigadores examinaron el impacto que tienen los plásticos de la muestra sobre las células humanas vivas en el laboratorio, e identificaron una alta actividad de dioxinas en las muestras de células y llegaron a la conclusión de que morder o llevarse a la boca juguetes similares elevaría de manera significativa la exposición diaria de los niños a las dioxinas.
El artículo fue evaluado por pares y su principal autor es Clémence Budin, de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit Amsterdam) y BioDetection Systems. Se publica en la edición del mes de julio de la revistaChemosphere.
Las dioxinas
Las dioxinas están entre las sustancias químicas más tóxicas del mundo, son extremadamente dañinas, incluso en cantidades mínimas. Las dioxinas bromadas son altamente peligrosas: afectan el desarrollo del cerebro, dañan el sistema inmunológico, aumentan el riesgo de tener cáncer e implican el riesgo de perturbar la función de la tiroides. Se forman accidentalmente durante la producción de retardantes de llama bromados. Cuando se reciclan plásticos con retardantes de llama bromados y se les calienta para ser reutilizados en productos nuevos de plástico se forman dioxinas bromadas y cloradas adicionales.
La Organización Mundial de la Salud reconoce que las dioxinas bromadas son igual de tóxicas que las dioxinas cloradas. A pesar de este reconocimiento, estas sustancias no están prohibidas, por lo que especialistas y organizaciones demandan una regulación más estricta de las dioxinas bromadas.
Estos hallazgos amenazan la salud infantil y señalan una falla peligrosa en el modelo de economía circular que busca reducir los desechos de plástico a través del reciclado. Los actuales sistemas de reciclado permiten que se introduzcan plásticos con sustancias tóxicas al flujo de reciclaje, lo cual tiene por resultado productos peligrosamente contaminados manufacturados con plásticos reciclados, como los juguetes de las muestras utilizadas en este estudio.
El dr. Thomas Zoeller, profesor de Biología de la Universidad de Massachusetts Amherst, señala la gravedad de las sustancias químicas cancerígenas que se encuentran en los juguetes de las muestras. “Lo que descubrieron es que el plástico negro a veces contiene altos niveles de sustancias químicas cancerígenas. Ningún padre desea exponer a sus hijos a sustancias tóxicas”.
Los investigadores llamaron a entrar en acción inmediata para cambiar los sistemas globales de reciclado y así evitar que sustancias químicas peligrosas entren en la cadena de reciclaje.
Jindrich Petrlik, director Ejecutivo de Arnika, consultor de IPEN y principal científico del proyecto, hace notar que: “Este estudio demuestra que nuestro sistema actual está permitiendo que se utilicen materiales peligrosos para producir juguetes. Es imperativo que haya controles más estrictos para excluir el uso de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) en la producción de bienes de consumo. Debemos detener el flujo de desechos electrónicos y de plásticos que contengan retardantes de llama hacia el reciclaje y establecer límites suficientemente estrictos al contenido de COP en los desechos. De caso contrario, estaremos presenciando una economía circular tóxica”.
Los padres de familia pueden reducir la exposición de sus hijos a sustancias químicas tóxicas como medida provisional a través de evitar los juguetes manufacturados con plástico negro. Aunque es más probable que el plástico negro esté constituido por plásticos provenientes de desechos electrónicos, puede que otros plásticos de otros colores también contengan sustancias químicas tóxicas.
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