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Una bebé muerta y litros de amor
para los prematuros

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Escrito por Redacción

Alexis y el deseo de abrazar a su hija a pesar de todo

Cuando supo que su pequeña, después de nacer habría sobrevivido solo algunos minutos, Alexis Marrino se encontró delante a una encrucijada.

Le habían dicho que, si quería, era posible interrumpir el embarazo, pero ella dijo que no. Su deseo de abrazar a su bebé era demasiado fuerte porque al mismo tiempo, era su primogénita y quería estar con ella en su breve viaje a la Tierra.

La pequeña sufría de anencefalia, una grave malformación congénita que se presenta en el 0,05 por ciento de los embarazos y tiene como consecuencia la falta del desarrollo de gran parte del cerebro del feto.

Sin embargo y a pesar del dolor por la muerte de su bebita, la joven madre originaria del sur de Dakota (Estados Unidos) y con apenas 22 años, decidió donar su propia leche para los niños prematuros y/o que estaban en el hospital por alguna enfermedad.

Así, en las siguientes siete semanas sucesivas al parto, Alexis produjo más de 30 litros de leche.

EL PARTO

McKinleig, como llamaron a la bebé, llegó al mundo el 29 de julio a las 11:49 horas. Pesaba 2.06 kilos y medía 40 centímetros. Su vida fue de sólo una hora con 10 minutos, hasta las 12:59 horas.

Alexis la ha recordado así en Facebook: “Era y es perfecta. Estar y sentirla piel contra piel ha sido algo que no olvidaré jamás. Sentir su cuerpo pequeñito y caliente junto a mi pecho ha sido demasiado mágico. Como estaba todavía con nosotros, la pudimos bautizar y poco después, murió entre mis brazos. Yo y papá no dejaremos nunca de amarte y tú serás siempre nuestra pequeña chica”.

LA DONACIÓN

La recolección de leche inició el siguiente día al parto y continuó hasta el 19 de septiembre. Después Alexis volvió a su trabajo.

“Continuaba a recordarme a mí misma que debía hacerlo por McKinleigh. No podía salvarla a ella, pero al menos mi leche podía salvar la vida de otros bebés que lo necesitaban”.

En total, la joven madre produjo 32 litros de leche. Una media de poco más de medio litro al día.

“Ha sido un viaje largo, duro y hasta doloroso, pero ha valido la pena. Hubieron días que lloraba en continuación porque continuaba a pensar ‘cómo era posible que esto (sacarse la leche) lo estuviera haciendo por otro niño y no por mi bebé’, pero a pesar de todo, continué adelante con el deseo de ayudar.

El post de Facebook che muestra a Alexis junto a la leche que logró recolectar, ha obtenido miles de reacciones, y se ha compartido más de 10 mil veces.

“Una ola de solidariedad en todo el mundo”, dijo la valiente madre.

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