Imagen sección Opinión

Opinión

Intersecciones Opinión

El racismo lastima

mm

Después de nuestra doble moral… ¿qué sigue?

Somos un país racista. Clasista o racista, ¿qué fue primero? El debate continúa. Durante siglos, México ha sido una nación de castas -de clóset-, como dijera el flautista Horacio Franco a propósito de las múltiples discriminaciones que persisten en nuestro país. Somos una sociedad piramidal, racista, clasista, homofóbica, misógina…

En junio de 2017, INEGI publicó un polémico estudio sobre movilidad social en función del tono de piel: Módulo de Movilidad Social Intergeneracional (MMSI).

En el MMSI aplicó una escala cromática, utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA, por sus siglas en inglés), que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado(a) identificara su color.

De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10% no contó con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras.

Mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación, se reducen. Cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan.

El racismo, la discriminación… lastiman, duelen. Se ha demostrado que en sociedades que promueven la multiculturalidad las personas tienen mayores posibilidades de desarrollo y bienestar.

Raza: esta categoría ha sido cuestionada desde los años 60, hoy se habla de grupos étnicos.

El mestizaje como ideología nacionalista del Estado Mexicano post-revolucionario, definió que es lo mexicano. Determinó quién o quiénes tenían cabida en esta identidad nacional y quienes quedaban fuera. Se dan una serie de exclusiones hacia distintas comunidades. Entonces quedamos fragmentados, incomunicados, algunos… gravemente excluídos.

El absurdo de la melanina y la paleta de colores

En esta sociedad estratificada, donde la cantidad de melanina en la piel y ciertas características físicas, determinan el acceso a educación, trabajo y calidad de vida, hay que agregar la escasa representación de seres humanos diversos, no solo en tonalidad de piel.

También hablamos de lengua, género, apariencia física, condición social, económica, cultural.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue una declaración política contra los abusos de la guerra. Esto incluyó el racismo, la segregación, la homofobia y múltiples formas de violencia.

Otro gran hito en la historia de los relatos divergentes, fue el movimiento anti apartheid en la Sudáfrica de los años 90.

Luego de 27 años en prisión, Mandela es electo presidente en 1994, fecha en la que logra una de las transformaciones más importantes en la historia contemporánea al proponer la reconciliación de una Sudáfrica lastimada y dividida por el apartheid.

Hoy, en el siglo veintiuno, nos encontramos en la era de los discursos multi-culti, de lo políticamente correcto.

Ya no es bien visto ser racista, en México, luego de la película Roma se descubrieron algunos velos de nuestra doble moral. ¿Ahora qué sigue?

¿Seremos capaces de superar el Laberinto de la soledad y la Raza Cósmica, las telenovelas y los realitys? ¿Somos conscientes del sistema de castas de clóset –como bien lo dice Horacio Franco- en el que hemos vivido?

¿Será posible mirarnos sin resquemores desde el encantador misterio de la alteridad? ¿Vernos en los ojos del otro/a?

Es importante que se reconozca la diversidad cultural abre horizontes, inicia la posibilidad de encontrar soluciones y representa una gran riqueza.

Porque el racismo ha dejado huella y dolor… es hora de crear nuevas narrativas sobre multiculturalidad y sanar desde la celebración de las diversidades.  

Acerca del autor

mm

María Teresa Juárez

Con estudios en derechos humanos, literatura, guión, periodismo de investigación y televisión por la Universidad Iberoamericana. Becaria de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, en la rama de Periodismo y Literatura. Consultora en periodismo, radio, salud y género. Guionista. Co-fundadora de la red Periodistas de a Pie.

Dejar un comentario