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De la romantización del suicidio y su prevención

De la romantización del suicidio y su prevención
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En febrero de 1931, Antonieta Rivas Mercado, una de las mujeres más conocidas de la historia mexicana se quita la vida en la Catedral de Notre Dame en París. Un tiro en el corazón: así puso fin a una vida intensa, apasionada y breve. Tenía 30 años.

De la romantización del suicidio y su prevención

Artistas como Hemingway, Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath o más recientemente el chef Anthony Bourdain, el músico Chris Cornel o el famoso DJ Avicii, ingresaron a la lista de celebridades que se han quitado la vida.

Se dice que existe una suerte de “romantización” del suicidio en el imaginario popular. De esto da cuenta su prolífica representación en el cine, la literatura y el arte en general.

“A veces retumba como un trueno dentro de mi el sentimiento de la total inutilidad de mi vida”, escribe Virgina Woolf.

Ideas como la inmortalidad, la belleza perenne y una suerte de destino trágico, enriquecen la narrativa del suicidio desde la vertiente que lo ha romantizado.

Recientemente la productora Netflix lanzó: 13 Reasons Why, una serie web que cuenta la historia de Hannah Baker, una joven víctima de bullying que luego de una sucesión de intentos por salir adelante, no ve otra salida que el suicidio.

De la romantización del suicidio y su prevención

Se trata de un relato con tintes trágicos, una historia reconstruida a partir cintas de cassette póstumas. Durante los 13 capítulos sabemos que haga lo que haga, Hannah terminará con su vida.

Aunque la casa productora refiere críticas positivas, expertos en salud mental como la Asociación Americana de Psiquiatría, advirtieron que esta serie tenía un tratamiento poco apropiado del tema.

Por ejemplo: hay una suerte de destino trágico, nadie puede evitar que Hannah se quite la vida. Tampoco se señalan los factores protectores, es decir, en la historia, se muestra a unos padres amorosos y atentos a ella. Esto da un mensaje desolador: “aunque tus padres te quieran, no será suficiente para evitar tu muerte”.  Y una de las críticas más agudas: en el capítulo 13 de la temporada 1, se muestra gráficamente el suicidio. Ésta, fue una de las escenas más cuestionadas por profesionales de la salud. De acuerdo al documento: Prevención del suicidio: un recurso para los profesionales de los medios de comunicación, quienes emiten mensajes en los medios masivos, deberá cuidar la construcción de relatos, imágenes e historias donde se muestre explícitamente el suicidio.

A pesar de las críticas positivas en prensa y redes sociales, un sector destacó el peligro de “romantizar” el suicidio en un producto cultural dirigido a la audiencia juvenil como 13 13 Reasons Why.

En contraste, los indicadores globales, lo ubican como uno de los grandes problemas de salud pública mundial.

Cada 40 segundos…

Según la OMS, cada 40 segundos, una persona se quita la vida en alguna parte del mundo.

¿Podemos saber cuando alguien se va a suicidar? La respuesta es: sí. Y además, es prevenible.

Sin duda, el suicidio sigue siendo un tema tabú. Uno de los mitos más frecuentes es que sino se habla de ello, probablemente estemos a salvo. Sin embargo, estudios recientes demuestran que abrir el diálogo en torno al tema, bajo los canales adecuados y con información verficada, es un factor que favorece su prevención.

Actualmente en México, hay 15 millones de personas que viven con algún padecimiento mental, la mayoría son adultos jóvenes, lo que implica un enorme reto en términos de salud pública.

¿Quiénes están en mayor riesgo de suicidio?

La población de mayor riesgo en México y el mundo son jóvenes entre 15 y 29 años de edad. Personas de la tercera edad, también son una población en riesgo.

El suicidio es un tema complejo en el que intervienen aspectos biológicos, psicológicos, culturales, ambientales y sociales.

De acuerdo con la doctora María Yoldi, experta en Ciencias Médicas y Trastorno Bipolar, existen indicios o marcadores que indican si una persona tiene mayores probabilidades de suicidarse.

Entre estos factores destacan:

  • Intentos previos de suicidio.
  • Suicidio de un ser querido: familia, amigo, pareja.
  • Problemas familiares, laborales o de pareja.
  • Consumo de sustancias: alcohol, drogas, trastornos alimentación.
  • Discriminación por condición social, económica, género, pertenencia ética, orientación sexual, etc.
  • Exposición prolongada a distintos tipos de violencia: física, emocional, social, etc.
  • Vivencia prolongada de confilctos comunitarios, desplazamiento forzado, migración o exilio.
  • Aislamiento
  • Padecimiento de alguna enfermedad crónica

Otro de los indicadores más notables, es la relación entre el suicidio y la presencia de algún padecimiento mental.

Por ejemplo: tener un cuadro de depresión persistente. La depresión además de afectar las funciones físicas, mentales y sociales de quien la padece, produce niveles importantes de discapacidad.

Es importante mencionar -de acuerdo a expertos en el tema- que no todas las personas deprimidas se suicidan, no obstante, un número importante de las personas que lo intentan, tiene como un antecedente de depresión o algún otro padecimiento emocional crónico.

¿Morir o dormir?

Una de las sensaciones más frecuentes de quién ha pensado en quitarse la vida, es lo que los expertos llaman: visión de túnel, esto se representa visualmente como la imposibilidad de mirar más allá del problema que abruma a la persona que piensa en morir.

Desempleo, pérdida de un ser querido, pobreza, aislamiento, discriminación y acoso escolar, son algunos de los contextos más frecuentes en los que una persona puede correr mayor riesgo de pensar en morir y -en algunos casos- quitarse la vida.

Algunas personas también lo refieren como tener una enorme necesidad de dormir y no despertar, -como una eficaz forma de aliviar el dolor-, esto no equivale necesariamente a querer morir per se, sino encontrar una alternativa para dejar de sufrir, para que el dolor -físico y/o emocional- termine.

Una buena noticia: el suicidio se puede prevenir

Aunque es claro que se trata de un tema de salud pública con una responsabilidad del Estado en el diseño de políticas públicas, expertos en salud mental ha realizado esfuerzos para que tanto sociedad, como medios de comunicación contribuyan a una cultura de prevención.

Esto incluye no estigmatizar o discriminar a las personas que han intentado quitarse la vida.

¿Qué sí podemos hacer?  

Desde lo social:

  • Fortalecer las redes sociales reales. Contar con una red de apoyo: amigos, familia, pareja, centro comunitario. Es vital que la persona se sienta acompañada, escuchada y valorada. Se ha comprobado que en sociedades en las que se fomentan los vínculos solidarios, los índices de depresión y/o suicidio son más bajos.
  • Abrir la conversación. Es importante hablar del tema libre de prejuicios. Uno de los factores de éxito para eliminar el estigma que rodea al suicidio es poder hablar abiertamente del tema en espacios protegidos: grupos de reflexión terapéutica, escuelas y medios desde un enfoque ético.
  • Desde las buenas prácticas en los medios de comunicación. Hay evidencia científica sobre el impacto mediático en el comportamiento suicida. Se documentó que cuando los medios de comunicación cubrían con lujo de detalle el suicidio de algún personaje famoso, se generaba el “efecto por imitación”. Cubrir desde un enfoque de ética y derechos humanos, resguardando en todo momento la confidencialidad de las personas entrevistadas, sin efectos sensacionalistas, desde una perspectiva que ofrezca alternativas de canalización, es uno de los enfoques más recientes en la cobertura del tema.

Familiar y comunitariamente:

  • Saber acompañar a alguien que pasa por momentos difíciles es un factor clave. Si eres amigo, pareja o familiar de alguien cercano puedes apoyar a la persona y reunir información de atención especializada.
  • En este punto también será importante animarle a tomar la decisión de asistir con un experto, y si es posible acompañarle a la primera cita.
  • Esto por supuesto no sustituye la atención de un experto, sin embargo, se ha comprobado que la empatía y la escucha son un factor importante en el apoyo integral de atención al suicidio.

Desde lo personal:

  • Encontrar la manera de reducir el dolor es importante. Buscar a amigos, familia, además de apoyo psicológico aumenta la capacidad de la persona para afrontar las cosas.
  • Tomar distancia: hacer una pausa, dedicar unos minutos al día para respirar, descansar y alejarse de los problemas, es vital. Se considera uno de los recursos más importantes, en algunos espacios también le llaman: tomar “tiempo fuera”, es el momento que podemos dedicar a reflexionar aunque sea brevemente de las posibilidades que tenemos de salir de un problema.
  • Informarnos de las credenciales del especialista que nos tratará. Conocer su trayectoria y curícula. Se trata de atención especializada, por lo tanto, será importante contar con referencias confiables.
  • Como consultante tienes derecho a conocer las credenciales del experto/a que te atenderá.

Caso de éxito

Actualmente Australia cuenta con un presupuesto histórico para la atención a la salud mental. Parte de su estrategia está centrada en el fortalecimiento de programas preventivos. El gobierno australiano ha destinado cerca de 45 millones de dólares para apoyar programas dirigido a niños, niñas y jóvenes.

Una de las iniciativas más destacadas es la detección temprana: en clínicas y hospitales así como  toman la presión arterial a los pacientes, también les hacen un test para saber si hay factores de riesgo. Se trata de uno de los modelos más innovadores en el tema.

En México, el programa: Crisis, Emergencias y Atención al Suicidio, CREAS, tiene como misión  atender a la Comunidad Universitaria de Iztacala en casos de crisis y emergencias psicológicas. Se trata de un programa personalizado creado por la Máxima Casa de Estudios y coordinado por la doctora Carolina Torres-Torrija, becaria Fulbright y supervisora académica de la estrategia: Crisis, Emergencias y Atención del Suicidio de la UNAM-FESI.

Uno de los objetivos de este programa es generar materiales para el aprendizaje dirigidos tanto a las intervenciones como a la difusión que apoyan tanto terapeutas como estudiantes interesados en el tema.

También están la línea telefónica de atención en crisis SAPTEL, la Asociación Mexicana de Suicidología y la consulta especializada en el Instituto Nacional de Psiquiatría. Sin embargo, aún no existe un programa de prevención a nivel nacional. Tampoco existen campañas en los medios de comunicación.

Desafíos

No existe una estrategia articulada para atender la salud emocional en temas urgenes como trastornos de ansiedad, depresión o suicidio.

De acuerdo al estudio de la OCDE sobre Sistemas de Salud en México, nuestro país necesita con urgencia un nuevo modelo de atención preventiva. Este reporte detaca que en México aún persiste un sistema fragmentado que no da cuenta de las necesidades de salud de la población.

Uno de los más grandes desafíos en el tema de salud mental, es la presencia coordinada de instituciones, medios y sociedad que den respuesta al vacío persistente en el tema de prevención y atención del suicidio.

Dejar de romantizar, ignorar o lucrar con el suicidio es uno de los retos más importantes de nuestra sociedad.

Información complementaria:

Línea de Atención Psicológica Call Center UNAM. Servicio de acompañamiento gratuito vía telefónica. Teléfono: 56 22 22 88

SAPTEL

Atención telefónica en casos de crisis, atención las 24 horas del día los 365 días del año. Teléfono: 52 59 81 21

Asociación Mexicana de Suicidología: https://suicidologia.org.mx/

Acerca del autor

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María Teresa Juárez

Con estudios en derechos humanos, literatura, guión, periodismo de investigación y televisión por la Universidad Iberoamericana. Becaria de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, en la rama de Periodismo y Literatura. Consultora en periodismo, radio, salud y género. Guionista. Co-fundadora de la red Periodistas de a Pie.

2 Comentarios

  • Excelente artículo para un tema tan delicado. Me gustó mucho porque, además de ofrecer datos y números, no es “estadístico”; porque plantea un problema de salud social, sin estridentismos, ni miedos. Bien escrito. Expone lo que rodea el suicidio, sus riesgos, las condiciones que lo pueden favorecer, pero también aquellos ambientes familiares, de amistad y de las mismas políticas publicas que lo pueden detener o frenar….
    Notas:
    Ojalá pudieran quitar la foto de inicio, que es deprimente, algo que va contra el sentido del artículo;
    ¿Qué es SAPTEL?. Y creo que siso decir que dan atención las 24 horas (y no 14).

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